| 2025-03-21
Rusia y Ucrania intercambiaron acusaciones sobre la autoría de un ataque contra una estación de medición de gas situada en la región rusa de Kursk, a escasa distancia de la frontera que comparten, todo en el marco de la anulación de la tregua que habían pactado.
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció que Ucrania llevó a cabo un "ataque intencional" contra la instalación, la cual ha estado bajo control ucraniano desde que las fuerzas de Kyiv lanzaron una ofensiva sorpresiva en Kursk en agosto de 2024.
Por su parte, Moscú sostiene que las tropas ucranianas destruyeron la estación mientras "se retiraban de la región de Kursk", con el objetivo de "desacreditar los esfuerzos de paz promovidos por el presidente de EE.UU.".
Desde Kyiv, las autoridades calificaron estas acusaciones como "falsas", asegurando que buscan dañar la reputación de Ucrania y confundir a la comunidad internacional. "De hecho, la estación ha sido bombardeada en múltiples ocasiones por las propias fuerzas rusas", afirmó el Estado Mayor ucraniano en un mensaje publicado el viernes.
El Ejército de Ucrania también aseguró que Rusia atacó la misma estación con misiles apenas tres días antes.
"Los intentos de Rusia de manipular los hechos y aparentar que respetan el alto el fuego no funcionarán, al igual que sus noticias falsas sobre la estación de gas", declaró en X Andriy Yermak, jefe de gabinete del presidente ucraniano.
Este ataque se produce más de una semana después de que las fuerzas rusas informaran que habían recuperado el control de Sudzha, la ciudad más grande que Ucrania tomó durante su incursión en Kursk.
La presencia ucraniana en parte de esta región ha sido vista como su única carta en las negociaciones territoriales, en medio de la creciente presión internacional para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra.
El bombardeo a la estación en Sudzha ocurrió días después de que EE.UU. propusiera que ambas partes detuvieran los ataques a la infraestructura energética.
La estación de medición en Sudzha representaba el último punto de tránsito del gas ruso hacia Europa a través de territorio ucraniano, pero el suministro fue suspendido el 1 de enero de 2025, cuando Kyiv decidió no renovar el contrato.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aceptó interrumpir temporalmente los ataques contra instalaciones energéticas en Ucrania tras una extensa llamada con el presidente de EE.UU., Donald Trump, el martes.
Sin embargo, no accedió a firmar un alto el fuego general para poner fin al conflicto, que ya lleva tres años.
Al día siguiente, el miércoles, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, expresó su respaldo a la posibilidad de suspender los ataques contra infraestructuras energéticas tras su conversación con Trump.