Dinamarca | 2024-03-26
En un desarrollo que parece sacado de una novela de ciencia ficción, investigadores daneses han creado una inteligencia artificial, 'life2vec', que puede predecir la probabilidad de muerte de una persona con un impresionante 78% de precisión.
Este proyecto, presentado en Nature Computational Science, abre un debate sobre las implicancias éticas de tal tecnología y su impacto en decisiones críticas relacionadas con la salud y el estilo de vida.
Utilizando un vasto conjunto de datos del registro nacional danés que abarca desde aspectos de la vida cotidiana hasta información médica de 6 millones de personas, 'life2vec' aprende y hace predicciones sobre la vida y la mortalidad.
La elección de una cohorte de personas de 35 a 65 años, un grupo con una tasa de mortalidad más difícil de predecir, demostró la capacidad del modelo para inferir la probabilidad de sobrevivir más allá de cuatro años con una precisión notable.
La investigación reveló que ciertos factores, como tener un diagnóstico de salud mental, ser varón, o ejercer una profesión cualificada, podrían asociarse con una muerte prematura. Por el contrario, ocupar un cargo directivo o tener ingresos elevados sugiere una mayor probabilidad de sobrevivir.
Estos resultados, aunque fascinantes, también plantean preguntas sobre los límites y la responsabilidad de usar la inteligencia artificial para predecir eventos tan definitivos como la muerte.
Mientras 'life2vec' ilustra el potencial de la IA en la medicina predictiva y la sociología, también resalta la importancia de abordar las cuestiones éticas que surgen.
Los investigadores subrayan que este tipo de herramientas debe enfocarse en seguir tendencias sociales, no en predecir los destinos individuales, para evitar la estigmatización y las decisiones basadas en predicciones que podrían no materializarse.
El proyecto 'life2vec' no solo demuestra lo que es técnicamente posible, sino que también insta a la sociedad a reflexionar sobre lo que debería ser éticamente aceptable. La transparencia y la discusión abierta sobre el uso de estas tecnologías son esenciales para navegar el futuro de la IA con responsabilidad y compasión.