El abominable caso de Lacey Flatcher y su final tras vivir con síndrome de enclaustramiento

Las autoridades que encontraron a Lacey Flatcher se conmocionaron por lo horrible de sus condiciones

Estados Unidos | 2024-03-21

Como sacado de una película de terror fue el hallazgo de Lacey Ellen Fletcher por parte de elementos de policía de los Estados Unidos pues solo pudieron describir que su cuerpo estaba prácticamente podrido.

Lacey Ellen Fletcher tenía 36 años, pero afrontaba una condición compleja llamada síndrome de enclaustramiento, por lo que era incapaz de hacer cualquier cosa por sí misma, y aunque vivía con sus padres estos la dejaron morir lentamente unida a un sofá.

Fue el 3 de enero de 2022, cuando se encontró el cadáver de Lacey prácticamente unida al sofá de la casa de sus padres en Louisiana, cuando la vieron estaba estado, prácticamente, de descomposición bañada en sus propios desechos y con gusanos atraídos por la putrefacción.

El médico forense, el doctor Ewell Bickham atinó a describir que, "cuando la encontraron, la escena era espantosa y horrible debido a la condición del cuerpo y del sofá, Lacey tenía la piel podrida y los huesos expuestos".

Lacey perdió la vida con sepsis derivada de infecciones óseas, inmovilidad prolongada y desnutrición severa, muestra de que sus padres no se ocuparon de ella para salvarla.

Sus propios padres dejaron a Lacey a su suerte

Antes de sufrir el síndrome de enclaustramiento Lacey vivía con sus padres, Clay y Sheila Fletcher.

Sheila trabajó como secretaria judicial, policía y como asistente del fiscal de la ciudad en Zachary, mientras que Clay era funcionario de la mesa redonda de la guerra civil de Baton Rouge, una organización sin ánimo de lucro que tiene por objetivo educar a la población de las causas y consecuencias de la guerra civil.

Lacey a la edad de 25 años fue llevada con un psicólogo que la diagnosticó con trastorno del espectro autista que la volvió más dependiente de sus padres, hasta que la condición de ella empeoró a tal punto que terminó con el síndrome de enclaustramiento.

El encierro de Lacey persistió hasta que su madre, Sheila, reportó al número de emergencias que ella ya estaba muerta, por lo que las autoridades arribaron pensando que encontrarían a alguien que recientemente había perdido la vida, pero la situación peor de lo que imaginaron.

Lacey estaba en un importante estado de descomposición, sin ropa, llena de ulceras, con un peso de alrededor de 40 kilos, cubierta de sus propios desechos, con gusanos y otros insectos, carne tan dañada que algunos huesos se veían, describiéndola como alguien que se había fundido con el sofá.

Por 12 años Lacey estuvo en el sofá, donde prácticamente sus padres la abandonaron para que muriera, tenía incluso, Covid al momento de su muerte, y sus padres se percataron días después que ella ya no respiraba.

 Clay y Sheila fueron detenidos por homicidio contra su hija, luego del juicio, y tras declararse culpables, recibieron 40 años de prisión, con 20 años de la condena en suspenso.

Pero lo más horroroso del caso, es que Lacey en todo momento supo que sus padres la iban a dejar morir.

La pesadilla del síndrome de enclaustramiento

El síndrome de enclaustramiento se cataloga como una condición neurológica que se distingue por la incapacidad de quien la padece para poder mover cualquier musculo de su cuerpo, no pueden caminar, palpar, hablar, quedan casi completamente inmóviles.

Los únicos músculos que son capaces de mover son los de, los ojos, pero, el cerebro opera de manera consiente, es decir, la persona puede pensar, razonar, analizar, pero sin poder expresar nada de ninguna forma.

Pueden escuchar y ver todo, sus funciones cognitivas están intactas. Pero no pueden moverse ni hablar, tampoco respirar, tragar, masticar o mostrar expresiones faciales. Lo que sí logran es mover los ojos verticalmente, además de abrirlos y cerrarlos.

El Manual de Diagnóstico de Merck, un libro médico de referencia, indica que el síndrome ocurre "como consecuencia de una hemorragia que daña los nervios de la parte inferior del cerebro y la zona que controla la vista horizontal".

Esta dolencia mata a las neuronas motoras, lo que hace que el cerebro pierda la capacidad de iniciar y controlar el movimiento de los músculos, según explica la Asociación de Esclerosis Lateral Amiotrófica, una organización que ofrece información acerca de la enfermedad.

Sin embargo, hay otras condiciones que también causan el síndrome del enclaustramiento: derrames cerebrales, trombosis, infecciones en ciertas áreas del cerebro, tumores, pérdida de la protección que rodea a las células nerviosas e inflamación de los nervios, de acuerdo a la Organización Nacional de Desórdenes Raros, una ONG estadounidense que ofrece apoyo a quienes padecen de este trastorno.

Según la misma, el síndrome afecta igualmente a hombres y a mujeres. Cualquiera puede ser diagnosticado con la enfermedad, incluso niños. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las víctimas son adultos, ya que tienen mayores posibilidades de sufrir algún sangramiento cerebral.

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