Reino Unido | 2020-06-03 | Agencia AFP
El primer ministro británico, Boris Johnson, condenó el miércoles el asesinato del afroamericano George Floyd por un policía blanco en Estados Unidos y afirmó que el racismo "no tiene lugar en nuestras sociedades" en un "mensaje" al presidente estadounidense Donald Trump.
"Mi mensaje al presidente Trump, a cualquier persona en Estados Unidos, desde el Reino Unido, es que el racismo, la violencia racista, no tiene cabida en nuestras sociedades y estoy seguro de que es una opinión muy extendida en todo el mundo", dijo Johnson en rueda de prensa en Londres.
Anteriormente, en la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes, había condenado "lo ocurrido en Estados Unidos" calificándolo de "espantoso, inexcusable".
"Entiendo perfectamente el derecho de la gente a protestar por lo que ocurrió", agregó. Pero, "obviamente, también creo que las protestas deben tener lugar de forma legal y razonable".
Al mediodía, cientos de personas -muchas cubiertas con mascarillas- se reunieron en el Hyde Park de Londres para exigir justicia por la muerte de Floyd.
Con gritos del "Silencio es violencia" y pancartas en las que podía leerse "Las vidas negras cuentan" o "Dejen que la justicia fluya como un río", los manifestantes se reunieron en pequeños grupos que mantenían una prudente distancia de seguridad entre sí.
Por la noche una asociación antirracista llamó a los británicos a arrodillarse frente a sus casas para manifestarse respetando las reglas del distanciamiento físico.
Responsables de la policía británica aseguraron el miércoles comprender a "quienes están indignados" por la muerte del afroamericano, al tiempo que recordaban que las restricciones contra la propagación del coronavirus en el Reino Unido siguen prohibiendo las reuniones de más de seis personas.
"Estamos con las personas en todo el mundo indignadas u horrorizadas por la forma en que George Floyd perdió la vida", afirmó un comunicado publicado en la web del Consejo Nacional de Jefes de Policía.
Pero "también estamos indignados por la violencia y la devastación que se ha producido desde entonces en muchas ciudades estadounidenses".
El domingo, cientos de personas se manifestaron frente a la embajada de Estados Unidos en Londres. Hubo una veintena de detenciones.
La policía británica destaca sus esfuerzos para combatir el racismo y la discriminación. En octubre de 2015, un informe de un grupo de reflexión independiente, el Runnymede Trust, determinó que un "racismo sistémico e institucional persiste" en sus filas.