| 2024-03-07
En Instagram y Tik Tok se ha vuelto viral el video de una mujer mayor alimentando con leche a un enorme tigre al que le habla y mima como si fuera un bebé revelando que es porque el animal siempre ha estado ciego.
Se trata de Brigitte, mujer de origen francés que, en un pequeño pueblo de La Mailleraye, a orillas del Sena, tienen la asociación "Caresse de Tigre", la cual acoge animales salvajes que no pueden ser cuidados en su lugar de nacimiento o que estuvieron en circos, zoológicos, que fueron objeto de incautaciones administrativas, malos tratos y más.
El santuario fue fundado por Brigitte y su marido, y actualmente tiene 12 residentes.
Uno de los más llamativos es Atila "el mayor", un gran tigre de más de 18 años a quien Brigitte salvó cuando estaba ciego.
Ella explicó en su idioma, que Atila fue abandonado de cachorro por su propia madre, pues el bebé nació sin poder ver, ella tenía años de experiencia tratando con esta clase de felinos y decidió cuidarlo pues era imposible para él valerse por sí mismo.
Atila fue el primer residente del santuario, aunque para muchos les sorprende el tamaño de Atila, pues es un tigre macho de más de 250 kilos, cuando se trata de Brigitte el gigante felino se aproxima a ella como si fuera un bebé que necesita de su mamá.
Cuando llega la mañana ella le habla diciendo, "Atila ven mi bebé, ven corazón a darle un beso a mamá", y sale del espacio donde duerme para acercarse a Brigitte acercando su enorme rostro a ella, mientras lo guía para darle un gran plato de leche de cabra pese a su edad, pues tiene muchas vitaminas.
Atila sigue el sonido de la voz de Brigitte y la sigue a donde está, incluso ella tiene que pedirle que no salte, pues ya es muy grande para ella, pero el enorme tigre disfruta ser acariciado y cepillado por quien considera su madre.
Indicó que cuando Atila tenía 6 meses intentaron operarlo, pero realmente no se solucionaron sus problemas de la vista, así que ha dedicado su vida a cuidar de Atila, pues afirma que de lo contrario el tigre habría muerto hace mucho tiempo.
Atila disfruta dormir en el día, que lo acaricie Brigitte y lo cepille, jugar en una pequeña piscina con una enorme pelota, además de caminar en la noche como lo dicta su instinto.
En el santuario Brigitte igualmente cuida de otros felinos como Jade, una joven tigresa que igualmente es amante de las caricias, o por ejemplo Eros, un tigre blanco, también Timba, un león blanco entre otros más.
Brigitte es una apasionada de los animales salvajes desde su infancia. Desde los 4 años trabajó en el circo de su abuelo. Con sus animales salvajes, viajó por diferentes partes del mundo para presentar sus actos.
Enfocó la educación de estos enormes gatos en evitar la violencia, basándose más en la recompensa, por eso a sus 65 años, sigue trabajando para poder cuidar de todos, pues considera que siempre se ha sentido con mayor confianza con los animales, como con el pequeño y a la vez gigante Atila.