Veracruz - Boca del Río | 2024-08-28
NOSTALGIA
Hoy me dio por recordar tiempos pasados, al encontrar esta nota publicada tras el fallecimiento de Narciso Domínguez Martínez, y la comparto nuevamente.
Cuando muere un artista, un poeta, un músico, un pintor, algo dentro de nosotros se acaba, sobre todo si se trata de una persona de la que hemos disfrutado su arte, que de alguna manera nos ha elevado el espíritu, o nos ha proporcionado alegría.
Narciso Domínguez Martínez, conocido por todo el mundo como Chicho Domínguez. ¿Quién no conocía a Chicho? Al morir, el 20 de mayo de 2010, contaba con 78 años y desde muy pequeño aprendió a tocar la marimba, instrumento que para alcanzar tenía que subirse a una silla. Casi 70 años "tocando madera".
En una ocasión preguntamos a Juan Antonio Estrada Sánchez (+), qué significaba para él la Marimba; la respuesta fue inmediata: "para mí no solo es un instrumento musical, sino una especie de cuna, con ella empezamos a conocer la música, con ella aprendimos a bailar", expresó.
Hicimos la misma pregunta a Evelia Hernández de Lara y esto contestó: "la marimba es nostalgia, alegría y da todo lo que tiene en su alma, lo mismo sirve para ambientar bodas, bautizos y cumpleaños, que para despedir a un difunto.
La marimba es árbol, es la naturaleza que canta, le das golpes y te responde con melodías".
Agregó Evelia que, "la música de la marimba nos hermana con los estados de Oaxaca, Chiapas, con el hermano país de Guatemala, "debemos en nuestros ambientes actuales reconsiderar su riqueza, era la música de nuestros tiempos juveniles".
En aquel tiempo nos comentaba Evelia que, atendiendo a una clienta en su mueblería, que se interesó por una cama, para animarla a comprar le hizo ver que la madera era de Hormiguillo.
"Hay, -evocó su cliente- esa madera sonora es con la que hacen las marimbas de mi tierra, en Chiapas, el hormiguillo te arrulla en una cama y te deleita con su sonoridad convertida en marimba", dijo.
Entrevistada también la señora Blanquita Ortiz viuda de Arias, dama de una amenidad envidiable, -ahora ya fallecida- manifestó que la marimba significa un mundo de recuerdos,
"Toda la juventud de una época que ya pasó, está asociada a su música, mis contemporáneos pueden dar fe de la hermosa época de los años 50s, aquellas serenatas, esta música está ligada a nuestros recuerdos", dijo con nostalgia.
Blanquita nos leyó un cuartero de la poesía de Francisca Medina Acosta, publicado en el libro "Canto a mi Pueblo", publicado por el H. Ayuntamiento celebrando el 78 aniversario como municipio libre:
"Marimbas que lloran un amor perdido/guitarras que llevan el alma, hasta un niño, / noche salpicada de luceros dignos/ eso es Tierra Blanca, ¡Mi pueblo querido!
Todos los entrevistados coinciden que la música nuestra es la marimba, significa el romanticismo de una época feliz que ya no regresará.
OYE LA MARIMBA
En nuestro archivo tenemos la reseña que hiciera sobre la historia de las marimbas en esta ciudad, el saxofonista Jerónimo Ramírez Gutiérrez (QEPD). (Excelente Saxofonista, lo invitaban para participar con La Sonora Santanera).
Decía Jerónimo que, "por los años 40s existió el marimbero Fidel Gallegos, quien enseñó ese arte a los hermanos Domínguez: Félix, Julio, Bernabé y a su primo Fernando Domínguez Frías.
Después aprendió a tocar Narciso, conocido como Chicho Domínguez, quien en esta fecha es de los pocos que preservan esa música y es muy solicitado para los festejos, sobre todo para las fiestas familiares".
Siguió comunicando Jerónimo, que después llegó la famosa marimba orquesta "Ledia" de don Ramón Vela (+), hombre recordado por su gracia para contar cuentos y chistes, casi siempre de doble sentido.
Arrancando las carcajadas de quienes lo oían. "Si don Ramón asistía a un velorio la gente buscaba su compañía porque de esa manera evitaban el sueño".
Por los años 45s, llegó don Pedro Ramírez primero con su marimba orquesta llamada "Alma de Oro" y después "La Reina de Tierra Blanca". "Estos músicos se daban un tirito, ni a cuál irle, cada uno era mejor que el otro", recordó en aquella ocasión el recordado Jerónimo.
Si usted amigo lector, apreciada lectora, es de aquellos tiempos, ¿ha olvidado acaso aquellas tertulias en el Parque Juárez, amenizadas por una marimba, después de asistir a la misa de once de la mañana en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe?
¿Recuerda aquellos desfiles del 12 de diciembre donde las bellas jóvenes vestidas con auténticos trajes de tehuanas, iban aventando la fruta de sus jícaras a los espectadores, bajo el contagiante ritmo de La Sandunga tocada por una marimba?
Con la partida de Chicho Domínguez, se cerró un capítulo en la vida musical y social de Tierra Blanca. Entristecidos quedaron los compañeros con los que formó su grupo: Hermelindo Poblete Díaz, saxofonista; Andrés Olivares Calleja, marimbero segundero; Guillermo Peña, bajo eléctrico y el baterista Manolo.
Finalizamos Sol y Sones de aquella fecha, enviando un cariñoso saludo a la señora Candelaria Herrera -hoy viuda de Domínguez-, con quien Chicho vivió 56 años de matrimonio. Nuestra querida amiga, desde el fallecimiento de su esposo Narciso, es la encargada de los contratos de la marimba.
DESAYUNANDO EN XALAPA
En la ciudad de Xalapa se reunió para disfrutar rico desayuno en el Instituto Educativo Panamericano, un grupo de terrablanquenses convocados por la Licenciada Mariana Aguilar López y Pablo Sánchez Hernández, quienes se han encargado de ofrecer estas reuniones que siempre resultan exitosas.
Expresa Mariana que les entusiasma reunir a los paisanos, poder verlos y disfrutar de las conversaciones en las que siempre sale el tema de los entrañables recuerdos familiares y amistosos.
En esta ocasión, la reunión fue amenizada por el Licenciado Bernardo González Solano quien ofreció una plática con historias de las familias que fueron llegando a fundar nuestro municipio, que fueron dando forma a nuestra sociedad. Sorpresas y mucha alegría disfrutaron los asistentes. Felicitaciones a los organizadores.
solysones@hotmail.com