Veracruz | 2020-07-18 | Pamela Salinas
“La idea principal de Mikistli es difundir la sabiduría náhuatl antigua”, así lo asegura Oswaldo Gálvez ‘Tlakatekolotl’, músico y fundador de Mikistli, banda de metal originaria de Zongolica, Veracruz que, a sus 13 años de trayectoria, mantiene viva la esencia prehispánica que caracteriza a nuestro estado.
Integrada por José Adán Gálvez ‘Senyaotl’ en los alientos y percusiones; el bajista Josué Mawe Marcial; Jaime Castellanos en la batería y el danzante Arturo Acatécatl ‘Tlikuawtli’, la banda figuró recientemente en las actividades online del IVEC, donde compartió un concierto en cuarentena integrado por temas como ‘Yalistli Miktlan’ (Viaje al Mictlán), ‘Tetzawitl temawti’ (Presagio funesto), ‘Tlen wewetlahotolli powa Tonatimeh’ (La leyenda de los soles), entre otros.
Éstos forman parte de la primera producción discográfica de Mikistli y reúnen historias que nacen desde la invocación, leyendas, mitos y narraciones de Mesoamérica, objetivos que la banda plasma desde sus inicios en 2007, como detallara para Galería el propio Gálvez, en entrevista telefónica desde Zongolica.
Underground
Mikistli, cuyo nombre proviene de la expresión en náhuatl ‘Mikilistli’ que en español significa ‘el morir’ o ‘la muerte’, comenzó su recorrido en eventos underground en Orizaba, donde comenzaron a darse espacios para bandas de metal locales. Así comenzaron a moldear su sonido que en un principio fue básico pero que, al agregar el toque prehispánico con los alientos, tomó profundidad y definió a la banda.
“Todo el concepto de la banda tiene un trasfondo filosófico” -expresa el vocalista y guitarrista de Mikistli- “Los instrumentos no son de adorno, como se puede ver en algunas agrupaciones, que pasan a segundo plano. Para nosotros toman una función muy específica que es crear melodías y contra melodías con la voz”.
Llevando la lengua e historia náhuatl a través del metal, Mikistli abarca estilos propios del género, pasando por melodías extremas y melódicas e incluso con voces naturales o guturales, que se escuchan en otras propuestas: “Lo que queremos transmitir es que el metal también puede ir de un lado a otro, no hay que encasillarse como solamente en un estilo y sonar monótono sino darle versatilidad al sonido”.
Experiencia
Una presentación de Mikistli va más allá de ver tocar a una banda. Tan solo en lo compartido con IVEC, los músicos inician con un llamado o ‘Nochilistli’ (invocación) que da pie a las historias que compartirán a través de sus temas, creando más que un ambiente, una experiencia en el escenario.
“Nos han tocado cosas muy especiales, han pasado un montón de historias en las presentaciones” -detalla Gálvez- “Siento que, cuando nos presentamos, los que nos conocen ya están iniciados en nuestro ritual y su mente y ser se condiciona a ese momento, y sí es completamente distinta la experiencia a escuchar a otro tipo de bandas, a como lo veo”.
Esta experiencia los ha llevado no solo a escenarios underground, sino también a la escena nacional en festivales como la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil Xalapa 2010; la II Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México en 2015; Cumbre Tajín 2017 así como el Encuentro de Música Contemporánea en Lenguas Indígenas en Chiapas 2018, por mencionar algunos.
Y aunque sus comienzos fueron difíciles - “los vecinos nos aventaban piedras cuando ensayábamos”, recuerda el músico- actualmente llevan con orgullo la lengua náhuatl con el Metal y con un compromiso latente: “Nunca ha sido con la idea de ser famosos o conocidos. Lo más importante es disfrutar lo que uno hace y si a la gente le gusta y se siente identificada, está muy bien. Si no, igual, no importa”, afirma.
Agenda
Por el momento, Mikistli se encuentra preparando su segunda producción discográfica, la cual está en proceso y abordará “la forma de entender lo oculto o desconocido de la filosofía náhuatl”, como definiera el vocalista.
Asimismo, preparan su participación con un concierto en línea para el festival peruano Yana Orqo Metal Fest, donde compartirán créditos con bandas de Perú, Bolivia, Chile y Ecuador en un reencuentro con la Pachamama, como expresaran los organizadores del evento, que se llevará a cabo en septiembre.
Mientras tanto, Mikistli continúa manteniendo la línea musical, enfrentando estigmas que rodean al género y con una propuesta sincera que los ha definido por 13 años.
“Espero que a través de la música pueda ser compartido todo este mensaje, este bagaje cultural que nos heredaron nuestros ancestros y que de alguna u otra forma hemos olvidado y que nos ha llevado este olvido a cometer tantos errores en la vida como sociedad”.
“Espero que sea posible este disco si lo tiene que ser y como siempre he dicho, el día que ya no haya ideas, nada que decir, ahí se acabará el proyecto”, concluyó Oswaldo Gálvez.