México | 2020-12-13 | Agencias
"La geopolítica actual va mucho más allá de los límites geográficos concretos para convertirse en el ejercicio de un geopoder con ambiciones universales. Se materializa en la permanente rivalidad por el control de toda la humanidad. Y la forma mejor, la más completa, de lograr dicho control es actuar sobre la mente de las personas, lo que hoy es más sencillo que nunca gracias a las nuevas tecnologías".
Así comienza "El Dominio Mental" (Ed. Ariel), el nuevo libro del experto en geopolítica Pedro Baños. Se trata de un libro de 542 páginas en el que, con profundo detalle, este coronel del ejército español en la reserva que ha sido jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo del Ejército Europeo de Estrasburgo detalla las variadas técnicas que utiliza el poder para controlar nuestras emociones.
"Porque quien consigue controlar nuestra mente consigue el poder", sentencia Baños.
Fuerza
¿Realmente podemos ser dominados a través de la mente?, se le cuestiona al autor. “Sí, con rotundidad. Hay que pensar que ese conjunto formado por la mente y el cerebro -hablaríamos tanto de la parte etérea como de la parte física- es nuestro centro de mando, donde se regula absolutamente todo”.
“Y cuando digo todo, me refiero a los pensamientos, a nuestras acciones, a nuestras decisiones… Por tanto, quien es capaz de controlar ese centro de mando, controla individuos y sociedades completas”.
De acuerdo con Baños, el control de la mente siempre se ha intentado, sin embargo, la gran diferencia, hoy en día, es la tecnología: “Vivimos en un mundo hiperconectado en el que estamos permanentemente inmersos en medios electrónicos. Y esa hiperconexión permite no sólo el control mental, sino que sea mucho más intenso en todos los órdenes. Esta es la gran diferencia”.
“De hecho, hasta los ejércitos están cambiando sus denominaciones. Antes, por ejemplo, hablaban de operaciones psicológicas, y hoy en día se las llama operaciones de influencia y buscan precisamente actuar ya no solamente sobre las mentes de los combatientes o los militares sino cada vez más en las de la población civil”.
¿Qué saben de nosotros?
Baños plantea que, para lograr ese control y dirección, la vigilancia es primordial: “Hoy en día lo saben todo de nosotros, incluso saben cosas que ni nosotros mismos sospechamos. Establecen perfiles psicológicos sobre nosotros tan perfectos que probablemente ni siquiera nosotros seamos conscientes de que ese es nuestro perfil psicológico”.
“Todo lo que hacemos en los medios electrónicos, dentro de esta hiperconectividad, va dejando un rastro, va dejando una huella. Y todos esos millones datos, que son analizados por algoritmos, por la inteligencia artificial, permiten establecer esos perfiles psicológicos. Y una vez que se tiene ese perfil sobre cada uno de nosotros, se puede actuar para condicionarnos mentalmente tanto de forma individual como de forma colectiva: por barrios, por regiones, por provincias…”
Al respecto, el experto pone como ejemplo la situación de los procesos electorales actuales, como la de Estados Unidos: “La hipervigilancia se realiza con datos que además no hace falta que nos obliguen a darlos, nosotros voluntariamente aportamos una cantidad ingente de datos sobre nosotros mismos”.
“Con toda esa información se establece un perfil psicológico sobre nosotros que, entre otras cosas, permite apuntar nuestra intención de voto, aunque nosotros todavía no lo tengamos demasiado claro. Y una vez que tienen este perfil de voto, lo que hacen es intentar condicionarnos, sobre todo a aquellas personas que se entiende que pueden tener dudas, que pueden todavía no tener muy claro si inclinarse hacia un candidato o hacia otro”.
“A partir de ese instante, a esa persona se le empiezan a mandar mensajes personalizados o, como ha pasado en Estados Unidos, se le insiste hasta la saciedad en que vote, se le llega a mandar a su domicilio hasta diez veces las papeletas para que vote por correo. De ese modo se condiciona el voto, y se sabe perfectamente a quién se tiene que condicionar”.
Mundial
“Esto es algo que afecta a todo el mundo” -asegura Baños al responder sobre si en América Latina hay intentos de dominación mental- “Si México, un país al que yo tengo mucho cariño, tuviera buenos dirigentes y si Estados Unidos le dejara, podría ser uno de los seis más poderoso del mundo, una de las seis principales economías del mundo”.
“Y México en concreto se puede estar viendo muy afectado por estas influencias psicológicas para, entre otras cosas, impedirles despegar con la suficiente eficacia”, concluye.
"Estamos entrando en una época verdaderamente muy, muy compleja por todo lo que permite la tecnología”.
Pedro Baños
Especialista en geopolítica