Veracruz | 2020-10-04 | Daniel Aguilar
A través de una charla que se publicó en la cuenta en Facebook del Ágora de la Ciudad de Xalapa, se presentó el disco “Erosión de la memoria” del músico conocido como Ik’Balam, un material que reúne la tradición musical veracruzana con sonidos actuales y ofrece una propuesta melódica con un gran sentido de identidad.
“El título refleja algo que yo ya estaba meditando durante un largo rato, durante mi estancia en el Centro de Estudios de Jazz, luego mi graduación y estar ya activo en la escena; como yo toco un instrumento de Veracruz, el requinto jarocho, pero lo uso para tocar jazz o música cubana o venezolana, no solamente son jarocho”, mencionó el músico en el encuentro virtual.
Agregó: “Me di cuenta de esta pérdida de conocimientos sobre lo que tenemos aquí (…) desde pequeño, incluso, escuchaba los discos en la casa y me di cuenta de la riqueza que hay aquí y de que mis colegas en general, pues aspiraban mucho las expresiones culturales de afuera de México, pero descuidaban o casi denostaban lo local”.
Rescate
Lo anterior, para el intérprete, toma forma en cómo las tradiciones y, sobre todo, la cultura de la entidad veracruzana puede ofrecer muchas opciones para el público, no solo de Veracruz, sino de otras partes del mundo.
“Se olvidaba el rol de nuestra cultura y lo que puede darnos nuestras raíces, eso evoca muchas cosas y se puede traspasar a muchos ámbitos; por ejemplo, nosotros que tenemos una gastronomía muy rica, se olvida eso y se denotan cierto tipo de plantas, cultivos o maneras de cocinar y se pueden hacer muchos más paralelismos”, expresó.
Si bien la música jarocha ha logrado tener presencia en grandes escenarios gracias a la ejecución de diversos artistas, para Ik’Balam aún falta mucho camino por recorrer, pues el reconocimiento debe ser proporcional a la importancia que la cultura veracruzana tiene en el panorama nacional e internacional.
“Ahora creo que va por el camino que sería ideal, empezar por el reconocimiento, ya todo lo demás, de la parte técnica y teórica, ese es otro camino, pero al menos lo de reconocerlo creo que apenas se está dando, porque hay testimonios de otros jazzistas, por ejemplo, que se menciona que integraron el huapango a algún arreglo de jazz o el son jarocho, incluso, en tiempos más recientes”, dijo.
Continuó: “Yo cuando he escuchado ese tipo de arreglos a detalle, a veces veo que todavía no estaban en lo que decían de integrarlo, a veces solo era adaptar un patrón rítmico y ya, decían que era fusión; entonces, eso quizás motivó a pensar que ya estaba íntegro, una cosa con la otra, pero en realidad no”.