Estado Unidos | 2023-04-18
A dos meses de que Pablo Lyle fuera sentenciado a cinco años de prisión, por el homicidio involuntario de Juan Ricardo Hernández, un amigo cercano a la familia reportó que la salud del mexicano se ha visto mermada por la angustia de no saber en qué centro penitenciario deberá cumplir el resto de su condena y una posible demanda millonaria de la familia de la víctima.
De acuerdo con la fuente, el cambio físico del protagonista de “Mirreyes contra Godínez” es evidente: perdió más de 8 kilos de peso y perdió su cabello, además de que no puede dormir y su presión arterial se disparó por lo que tuvo que ser medicado.
“Los doctores le dicen que todo ha sido generado por nervios y estrés; de hecho, le han recetado calmantes y terapia, pero aunque la lleva, los estragos son visibles… Su hermano, y es quien se fijó de que tenía las manos muy hinchadas y con heridas, signos de dermatitis nerviosa; Pablo comienza a rascarse y es como él mismo se hace daño, pero según dice, su comezón es incontrolable”, explicó.
El actor se encuentra recluido en el South Florida Reception Center, en Miami, Estados Unidos, sin embargo, médicos y psicólogos lo evalúan para determinar a qué prisión deberá ser trasladado.
En entrevista exclusiva para la revista TV Notas la fuente cuya identidad no fue revelada, aseguró que el estrés y la incertidumbre por la que atraviesa Pablo Lyle, se agrava, pues está preocupado porque la familia de la víctima planea pedir una indemnización de 5 millones de dólares (93 millones de pesos mexicanos) le ha generado diversas afecciones: alopecia nerviosa, hipertensión, migraña y dermatitis en las manos.
“Es que hay cárceles tranquilas y otras no tanto, y a él le preocupa toparse allá dentro con gente que quiera vengar la muerte del señor Juan Ricardo, que lo quieran dañar físicamente”, explicó el informante.