Microplásticos abarcan espacios vitales y ecológicos

Demuestra ciencia el alcance de espacios vitales y ecológicos de los microplásticos

México | 2022-08-23

Partículas menores a 5 milímetros, resultado de la degradación, oxidación y fragmentación del plástico, es posible que los microplásticos se encuentren en todos lados. 

Actualmente, es muy sencillo absorber estas partículas desde los alimentos que consumimos,  el aire que respiramos y el ambiente donde vivimos, lo cual nos afecta tanto a humanos como a la flora y fauna del planeta. 

A continuación, algunos datos científicos relativos: 

Interior 

Un estudio reciente identificó 12 tipos de plásticos en los pulmones de las personas estudiadas, de los cuales el polipropileno (23%) y el polietileno (18%), fueron los más abundantes. 

El polipropileno se usa en tapas de botellas y bolsas de papitas y otras botanas, y el polietileno en bolsas de acarreo. Por otro lado, 17 de 22 personas presentaron algún tipo de partícula de plástico en sangre, ya sea en glóbulos blancos y/o vasos sanguíneos 

Además se ha detectado que los microplásticos tienen la capacidad de permear las placentas humanas. En total, se encontraron 12 fragmentos de microplásticos (de 5 a 10 µm (micrómetro) de tamaño) de polipropileno en placentas

Esto prueba que antes de nacer, probablemente, estemos expuestos a los plásticos, y en el transcurso de nuestras vidas, seguiremos expuestos a ellos, lo cual puede tener efectos nocivos en nuestra salud.

Transportan sustancias dañinas

Un experimento controlado demostró que algunos antibióticos (sulfadiazina, tetraciclina y trimetoprima) pueden ser retenidos por los principales polímeros de plásticos.

Los microplásticos también pueden acumular metales pesados, por lo tanto se consideran como vectores de estos contaminantes, muchos de ellos incluidos en el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes.

Los microplásticos tienen la capacidad de absorber sustancias químicas, como contaminantes orgánicos, pesticidas o herbicidas transportándose hacia el interior de las especies vivas al momento de ser ingeridos,

En alimentos y bebidas

Un estudio realizado en el Sur de México demuestra la presencia de partículas de plástico en los órganos de los pollos criados en tierras contaminadas por la quema de desechos orgánicos y plásticos. Una persona suele consumir 15 pollos al añ, por lo que posiblemente está consumiendo 840 partículas de plástico al año.

Se encontraron microplásticos, de 0.2-2 nanómetros, que pueden penetrar las raíces del trigo y lechuga, también es posible que entren a las semillas y frutos y así ser ingeridos por los seres humanos.

Se analizaron especies de peces pertenecientes a las seis especies más consumidas en Campeche (Haemulon plumierii, Orthopristischrysoptera, Lutjanus griseus, Calamus campechanus, Caranx crysos, Mugil cephalus) y 101 de 240 presentaron un total de 316 microplásticos en su tracto gastrointestinal. Por lo tanto, un pez puede contener desde una partícula hasta 31 partículas de plástico en su tracto gastrointestinal. Un adulto promedio consume entre 81, 000 y 123, 000 partículas de plástico por año solo al alimentarse de pescado y especies marinas.

Las botellas de un solo uso (PET), van desprendiendo pequeñas partículas de plástico a la bebida que contienen. En 48 de 57 muestras de bebidas compradas en un Walmart de la CDMX (té helado, refrescos, bebidas energizantes y cerveza) se encontraron 217 partículas de microplásticos en las muestras. 

Una bebida puede contener de cero a 28 partículas de microplásticos por litro. Las botellas retornables de PET al sufrir estrés también pueden liberar partículas a la bebida.

Alturas y profundidades 

En el Glaciar Forni (en los Alpes italianos) se estimaron entre 131 y 162 millones de ítems de plástico. La mayoría de los ítems estaban hechos con poliéster, seguidos de poliamida, polietileno y polipropileno. Las actividades humanas en la montaña pueden liberar microplásticos directamente en áreas de gran elevación o ser transportados por el viento a grandes alturas.

Asimismo, se estudiaron poblaciones de anfípodos Lysianassoidea (crustáceos) en seis fosas oceánicas profundas de todo el borde del Pacífico (Japón, Izu-Bonin, Mariana, Kermadec, Nuevas Hébridas y las fosas Perú-Chile), a profundidades que van desde 7000 m hasta 10 890 m. De los 90 anfípodos examinados, 

65 individuos (aproximadamente el 72 %) contenían al menos una microfibra o fragmento plástico en el intestino posterior de los anfípodos (Jamieson et al. 2019), lo cual indica que la contaminación por plásticos está presente en los lugares más profundos del océano.

En especies marinas 

Alrededor de 700 especies marinas, incluyendo a las tortugas y ballenas, son amenazadas por los desechos de plástico. Se estima que el 55 % de las aves marinas, 70 % de los mamíferos marinos y el 100 % de las tortugas marinas han ingerido o se han enredado en plástico.

En un estudio se demostró que pequeñas cantidades de microplásticos fueron halladas en corales de la Gran Barrera. Se cree que esta situación impediría que estos organismos puedan digerir normalmente sus alimentos.

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