Ciudad de México | 2021-04-20 | Staff Imagen del Golfo
Desde que Luis Miguel se convirtió un ícono de la música en español lo ha rondado un misterio: ¿Qué le pasó a su mamá, Marcela Basteri?
Durante décadas se especuló al respecto y circularon decenas de versiones y teorías; sin embargo, en el episodio 1 de la temporada de Luis Miguel, la serie se aclaró lo que le sucedió a la italiana.
Durante el primer capítulo, después del funeral de Luisito Rey, fallecido en Barcelona el 9 de diciembre de 1992, Luis Miguel se reúne con Hugo López, su manager, quien le dice sobre Marcela: “Me dijeron que la vieron salir de un banco hace menos de un año. Esa es una buena noticia”.
Tiempo después, Micky tiene un encuentro con el agente del Mossad (agencia de inteligencia israelí) que había aceptado la misión de encontrar a Marcela y descubrir qué le había sucedido realmente.
El agente le comunica su hallazgo: esa mujer no es Marcela y, además de entregarle varias fotos de la mujer, le dice: “Usó el pasaporte de su madre para acceder a una de sus cuentas bancarias restantes el mes pasado”.
Luego, Luis Mi se reúne con su hermano Alex, quien descubre la identidad de la misteriosa mujer: se trata de María, vecina de ellos en Las Matas. Luis Miguel , desesperado, va a buscar a María para entender por qué se ha hecho pasar por mamá y le diga dónde está.
Lo que revela María es desgarrador: Tito le dio el pasaporte de Marcela para que se hiciera pasar por ella y sacara dinero a su nombre en el banco. Los montos que retiró se los entregó al tío Tito y a Luisito Rey.
Pero las cosas dieron un giro. “Escuchó gritos ese día en Las Matas. Y que cuando fue a la casa, Tito le abrió la puerta con la camisa manchada de sangre”, le cuenta Luis Miguel a Alex entre lágrimas.
Al enterarse de esto, Luis Miguel pierde la cabeza para enfrentar a su tío Tito y exigirle que le diga dónde está su mamá. Tito primero finge no saber nada hasta que el cantante pasa a los golpes. “¡Tenías la camisa manchada de sangre!”, le reclama Micky.
Acorralado, Tito confiesa: “¡Que no fui yo! ¡No fui yo! ¡Que fue tu padre! ¡Fue tu padre! Me obligó a chantajear a María. Me dio el pasaporte, me dio sus cuentas…”.
- “¿Qué hizo mi papá?… ¿QUÉ HIZO MI PAPÁ?”.
- "Fue un accidente. Estaban discutiendo…".
Luis Miguel insiste: ¿Qué hizo su papá?, ¿dónde está su mamá? Y la respuesta de Tito revela el paradero del cuerpo de Marcela: “¡Ve a las matas!, ¡Ve a las matas! Ve a Las Matas, búscala. Fue un accidente, Micky”.
Micky le cuenta entonces a su hermano Alex lo que sucedió y abrazados enfrentan el golpe más duro de sus vidas: su mamá está muerta y perdió la vida a manos de su papá.
¿Qué dicen los hechos?
El libro Oro de rey de Javier León Herrera y Juan Manuel Navarro afirma que Luis Miguel sabe que su mamá murió en 1986 en España de causas no naturales.
El nuevo texto de los principales biógrafos de “El Sol” relata que ese año Marcela y su hijo menor, Sergio, estuvieron viviendo en la Toscana durante varios meses en compañía de la familia de ella. Luego, la convencieron para viajar a Madrid los primeros días de agosto. A su arribo a la capital española, Marcela y el bebé no se alojaron en Las Matas, el chalet familiar de Los Gallego, ubicado dentro de un club de golf, sino en un departamento de su marido.
Ahí pasó unos días en compañía de Alex. Luisito y Micky se quedaron en Las Matas. Ella sólo iba al chalet a hacer cosas domésticas como lavar la ropa.
En el libro publicado bajo el sello de editorial Aguilar se lee: “Luisito (Rey) dijo a Marcela que viajarían a Chile a reunirse con Luis Miguel, para lo cual debía dejar a Sergio con los abuelos en el apartamento de Plaza de Castilla. Partirían desde el chalet de Las Matas. Ella hizo una llamada a su familia en la Toscna, se la escuchó decir a su hijo Alex que se apurara con la maleta porque él también se iba a ir antes. Después de colgar, a la mamá del cantante se le perdió el rastro para siempre”.
El propio Luis Miguel es productor ejecutivo de su bioserie, por lo que la explicación sobre la desaparición de Marcela que se da en la ficción estaría apegada a la realidad.