Juegos Florales y Romance de la Aventura del Conde Gastón de Rauusset Boulbon

Un poema dedicado al Conde de Raousset, escrito en 1968, revive el valor cultural de los Juegos Florales en Guaymas, Sonora.

Veracruz | 2025-05-26

Hace unos días la arquitecta Gabriela López Rojas me envío un poema- romance presentado en los Juegos Flores de Guaymas Sonora  de 1968, escrito por su abuelo  el doctor  José  Gómez García, oriundo de Orizaba, pero radicado en Sonora en honor a la hazaña del Conde Gastón de Raousset Boulon acontecida en  julio de 1854.

Es grato traer a la memoria el significado e importancia de los juego florales.

Estos nacen en Roma en honor a la diosa Flora, primero tuvieron un sentido erótico y luego ritual y litúrgico, dedicados a la fecundidad y a los dones de la naturaleza.

Esta costumbre se unió a la escritura y composición de versos y se extendió hasta la Edad Media, Francia acogió tal patrón con algabrabía y después de la Primera Guerra Mundial, Barcelona y Valencia hicieron de los  Juegos Florales, grandes acontecimientos.

En Amércia; Argentina, La Habana, Chile, Gautemala y desde luego en México en los estados de Querétaro, Jalisco y Sonora, las pompas lieterarias cobraron auge.

Guaymas lo unió a su Carnaval  y ante la presencia de la Reina de esta festividades se hacía la gran lectura de los poemas, en histórico Teatro Alameda.

El legado poético de José Gómez García revive la tradición de los Juegos Florales de Sonora.

 El romance de la aventura del Conde Gastón nos detalla:

La nave acuchilla al viento

Inclinada por la banda

Hasta angulos imposibles

El sesgo en la majerada

Frente al paisaje guaymense

Que en la extensión se dilata

Anegando las pupilas

Y bebiendo panoramas

La nave de fina línea

Refleja el mar y retrata

Sacado a farmón su nombre

Inverso en el espejo de agua

Un conde como caudillo

La tropa de mercenaria

Por las calles del puerto

Sus silencios de fantasma

El conde de conjurado

Aventurero de Francia....

Mientras el cielo marino

El sol oblicuo de playa

Cuaja en los ojos del Conde

Los arreboles del alba...

De esta marena disfrutamos de versos con métrica, característico de los romances y de lírica dedicada a las gestas.

Gracias Gabriela por compartir estas anécdotas, ellas nos fortalecen como ciudadanos y como parte de la cultura de México.

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