Veracruz | 2024-11-09
Con un conversatorio junto al encargado del Centro Cultural Casa Principal, César Segura, Israel Barrón inauguró la muestra ´El camino del Marabú´, la cual integra ilustraciones para las diversas publicaciones literarias en las que ha participado el artista plástico.
Más de sesenta obras integran la exhibición, que permanecerá hasta marzo en el recinto de la Secretaría de Cultura de Veracruz y sobre la cual el propio pintor hidalguense conversó con Galería, a la par de sus proyectos.
- ¿Qué está recopilando en esta exposición?
- Esta es una exposición que creo yo hace un corte de caja de hace trece años que me dedico a la ilustración editorial.
Vamos a ver piezas para el primer libro que ilustré, ´El cuaderno de las pesadillas´, publicado por el Fondo de Cultura Económica y escrito por Ricardo Chávez, hasta el último que estoy a un paso de acabarlo y que curiosamente es un libro del FCE.
Algunas ilustraciones con mi editorial de Italia (Ediciones Lobos), cosas para (Ediciones) El Naranjo de ahora y antes; editoriales independientes, de Centroamérica, algunas cosas para El Castillo, Panamericana.
Traté de que por lo menos un par de imágenes representaran cada una de las editoriles para las que he trabajado y le sumé los carteles de la FILI, la FILU y la Feria del Libro de Campeche, que he estado haciendo últimamente.
Creo que es un panorama visual que reúne buena parte, aunque sea de manera selectiva, de todo lo que he hecho durante todos estos años que me he dedicado pura y exclusivamente a la ilustración.
- Hay una línea en su ilustración, pero ¿cómo generar esta chispa creativa para innovar?
- Existe un estilo que es muy claro, cualquiera que vea una de mis ilustraciones sabe que es una de mi autoría, pero que hay ciertos patrones, formas que son identificables; cada imagen también responde a una necesidad particular, que en este caso el texto me la dicta.
La historia, lo que el texto me está diciendo, marca una directriz de cómo debo de resolver esa imagen en particular y ahí es donde la composición empieza a sufrir modificaciones.
Aunque la técnica pueda parecerse y los colores también tengan una similitud, la manera en como se construye esa imagen responde lo que el texto en particular pide.
Eso es lo que también busco para que el trabajo sea fresco y no tenga que sentir que lo hago en automático o tenga que cumplir con el trabajo porque ya me lo estaá pidiendo tal escritor o tal editorial, no.
Que de alguna manera también la editorial y el trabajo me resulten un poco frescos, y eso de alguna manera también me provoquen un reto y lo hagan un poco nuevo para mí.
-¿Cuál sería el consejo para no ser tan literal en un proyecto?
- He tenido la suerte de que las editoriales exigen que nos alejemos como tópicos, las editoriales en mi caso han intervenido para bien, me aconsejan, provocan que explore nuevas líneas que no se me habían ocurrido.
Y el único consejo que se me ocurre para alguien que comienza en esto es que vea mucho, lea muchos libros, vea mucho cine, visite las exposiciones.
Pero también que tenga una riqueza que no tenga nada más que ver con el medio de las artes visuales, sino una riqueza visual generada por lo que te da la calle, los mercados, las iglesias; los contextos de tu vida pueden enriquecer un montón tu trabajo.
Todo eso hace que tu trabajo tome un cuerpo que no solamente lo florece el propio arte, sino la vida, pero sobre todo ser disciplinado y trabajar con cierta constancia para ver algo de resultado porque esto, al igual que cualquier trabajo, te exige tiempo y que no lo debes abandonar.
- ¿Qué proyectos tiene en puerta?
- Estoy por cerrar un libro para el Fondo de Cultura Económica y un libro que está en proceso para Lobos Ediciones, que es la editorial de Italia con la que trabajo; además de trabajar la imgen para la Feria del Libro de la Universidad Veracruzana, que saldrá el próximo año.