México | 2022-01-11 | Agencias
El 2022 nos recibe con una infinidad de posibilidades y el comienzo de un nuevo año suele ser el momento perfecto para realizar un balance, plantearnos objetivos, incorporar nuevos hábitos, y recargar energías.
Ya se ha vuelto rutina para muchos realizar una ‘checklist’, con metas que deseamos cumplir en el nuevo año: Hacer más ejercicio, conseguir un nuevo trabajo, comer más saludable, pasear todas las mañanas a mi mascota… ¿Qué pasaría si cada uno de nosotros hiciera un espacio en su lista de metas para incorporar objetivos vinculados a la sustentabilidad?
En algunos casos, es común que las personas no tengan en cuenta el cuidado del ambiente, justificando su postura al decir que el accionar propio no logrará modificar nada. Se suele creer, falsamente, que el aporte individual no es suficiente. Pero eso no es cierto. Todo hábito colabora. Si cada uno aporta lo que puede, desde donde puede, los resultados se multiplicarán, mientras que los efectos negativos se mitigarán. Además, se puede enseñar a partir del ejemplo. Los hábitos conscientes, respetuosos y saludables son los más contagiosos.
La posibilidad de objetivos para plantearse son infinitos. Si se da rienda suelta a la creatividad, la lista podría ser interminable. Si bien a continuación se podrán encontrar algunos ejemplos de metas para armar una ‘check list sostenible’, no hay que perder de vista que este tipo de listas suelen ser sumamente personales, ya que se adecúan a la rutina y estilo de vida propio.
Implementar Lunes sin carne
Lunes Sin Carne es una campaña internacional que incentiva a las personas a no comer carne los lunes para mejorar su salud y ayudar al planeta. Básicamente, consiste en eliminar todo tipo de carne en las comidas un día a la semana.
Desde la perspectiva ambiental, se podría afirmar que el consumo de carne resulta perjudicial. El uso de las tierras para el ganado es la causa principal de la deforestación y pérdida de la biodiversidad. Si se tuviera una dieta más sostenible, el efecto invernadero y las emisiones de gases se verían disminuidos en un 30% aproximadamente.
Los productos animales destinados al sector alimentario ocasionan un 56% de emisiones de gases.
Sumándose a esta campaña, no solo se está cuidando al ambiente, sino también a nuestro cuerpo y salud.
Elegir movilidad sostenible
Es innegable la practicidad de transportarse en automóvil. Sin embargo, es también el medio de transporte que más impactos negativos provoca en el ambiente, el que resulta más caro, y el que más energía consume. De hecho, de acuerdo con la ONU, generan el 18% de las emisiones de CO2, principal gas causante del efecto invernadero.
Un gran objetivo para plantearse en 2022 es intentar reducir el uso del automóvil. Se podría optar, siempre que sea posible, por el transporte público, o medios como la bicicleta y monopatín eléctrico. Si se llegara a usar el automóvil, se podría implementar el “carpooling”, el cual consiste en que varias personas que se desplazan a un mismo lugar viajen en un mismo vehículo.
Nuevamente, este objetivo resulta de sumo beneficio para el ambiente y para la salud y estado físico si se opta por caminar o andar en bicicleta, por ejemplo.
Optar por Slow fashion
Este es un término que surge en contraposición al Fast fashion, el cual es definido por el Diccionario de Cambridge como “ropa que se fabrica y es vendida a bajo precio para que las personas puedan comprar ropa nueva frecuentemente”.
Por lo tanto, el Slow fashion propone un cambio de paradigma, en el que se tiene conciencia del proceso de producción de la ropa. Se toma en consideración el largo camino emprendido para finalmente encontrar una prenda en un local con su etiqueta de precio correspondiente. Además, los productos son creados para que perduren en el tiempo, teniendo como pilar clave a la sostenibilidad.
Otra gran opción, más allá de comprar ropa en locales que fomenten el Slow fashion, es optar por prendas vintage, las cuales se pueden obtener a un gran precio en locales de segunda mano.
Sin lugar a duda, como se ha mencionado previamente, la cantidad de objetivos para proponerse es infinita. Solo se necesita entusiasmo, predisposición y ganas de colaborar para hacer que nuestro tiempo en la Tierra sea más respetuoso y sostenible.
El cambio comienza en cada uno de nosotros. Armar una ‘checklist sostenible’ es un gran primer paso.