México | 2023-04-25
Harry Belafonte, una de las figuras más importantes en la lucha de los derechos civiles y de la música en los Estados Unidos, falleció este viernes a los 96 años de edad.
Según reportes de su representante, Belafonte murió por una falla cardiaca congestiva en su casa en Nueva York.
Si bien muchos llegaron a conocerlo como ‘el rey del Calipso’ debido a sus icónicas canciones como The Banana Boat Song (Day-O), durante la mayor parte de su vida se dedicó a ser un férreo defensor de los derechos de los afroamericanos.
Fue amigo cercano de Marthin Luther King Jr., por lo que estuvo muy involucrado en el activismo que este realizó durante los años 50 en contra de la segregación. Además, que antes estuvo en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial.
Esto, según sus palabras, fue una de las experiencias que lo formó y llevó a combatir cualquier injusticia, ya fuera en África o América Latina.
Tras la guerra fue cuando encontró parte de su vocación actoral, llevándolo a participar en producciones de Broadway como Almanac, por la cual ganó un Tony, así como su participación en la película Carmen Jones.
La influencia musical que obtuvo durante su niñes en Jamaica lo llevó a desarrollar diversos álbumes en donde destaca Calypso, el cual lo lanzó al estrellato.
Y a pesar del cambio radical que vivió su voz tras una cirugía para retirarle un nódulo en las cuerdas vocales, logró reponerse y adaptarse.
Fue también uno de los mayores impulsores de la creación del tema We Are the World en los años 80; y si bien era cuestionado sobre en qué momento decidió pasar de la farándula al activismo, él siempre se consideró un activista antes que un artista.
Uno de sus momentos más polémicos quizás lo vivió tras un viaje a Venezuela en 2006, donde llamó al expresidente de Estados Unidos, George W. Bush ‘el mayor terrorista de la historia’.
Además que, como muchos, criticó la muy polémica Ley de Seguridad Interior (U. S. Homeland Security) al compararla con la Gestapo de la Alemania Nazi.
Durante sus últimos días, Belafonte continuó su activismo y respaldó distintas luchas sociales, como las marchas tras la muerte de George Floyd y siempre impulsó a aquellos que en verdad creían que en la rebeldía estaba ese impulso para acabar con las injusticias.