Ciudad de México | 2020-09-11 | Agencias
Con la exposición ‘Mecanismo del cosmos’, la artista visual Sofía Echeverri exhibe en el Museo de la Ciudad de México cerca de 20 piezas que abordan temas como el papel de la mujer en los rituales funerarios, una relectura del pasado prehispánico y la influencia de lenguas originarias como el náhuatl, maya, mazateco, chinanteco, zapoteco, mixteco, mixe, tzeltal y tzotzil en la violencia.
Ejes
La muestra comprende tres series que he estado trabajando en los últimos años: “La primera es ‘La obra bidimensional’, la cual contiene pintura al lienzo sobre muro”, detalló la artista, de quien una de sus piezas centrales es ‘Secreta revelación’ o ‘La diabla descalza’, en la que aparece una mujer con máscara de diablo frente a una serpiente, con lo cual cuestiona el papel de la mujer en el mundo de la ritualidad.
La segunda es ‘Arqueología secreta’, que permite “la relectura de nuestro pasado prehispánico al otorgarle a las figuras de diferentes colecciones los títulos de chamana, consejera, aguadora y herpetaria, entre otros.
En este punto, Echeverri replantea el papel de nuestras ancestras como un aspecto indispensable que se proyecta en el presente, para lo cual se apropia de diferentes figuras prehispánicas.
Y la tercera es ‘Señoras del Saber’, una instalación de 10 esculturas que representan los 10 feminicidios, según cifras oficiales, que se perpetran cada día en nuestro país.
“La instalación se acompaña de 10 voces femeninas que recitan su mensaje en el mismo número de lenguas originarias, como el náhuatl, maya, tlapaneco, mazateco, chinanteco, zapoteco, mixteco, mixe, tzeltal y tzotzil, donde lo que escuchamos son las voces de las ausentes que, a manera de ritual, recitan las coplas de ‘El violador eres tú’, de las chilenas Las Tesis”.
Ritualidad
Echeverri detalló que “la ritualidad es inherente al ser humano, por lo que en ese punto he querido incidir para que nuestras ritualidades incluyan a la mujer, ya que están muy cargadas hacia lo masculino, es decir, me doy cuenta de que todas las ritualidades le dan una preferencia al varón, como en el caso de los eventos funerarios o las fiestas para pedir la lluvia”.
Mientras que “la mujer no participa en estos roles de ritualidades, así que la muestra abre esos cuestionamientos, porque nos estamos perdiendo la otra mitad de nuestra cosmovisión”.
Finalmente, volvió sobre el tema de la máscara y aseguró que en sí misma no sólo es un símbolo, sino una mutación hacia otros personajes, aunque en su caso, como artista, la pintura es la máscara que utiliza para mutar en esas mujeres y ritualidades que ella no puede ser.