Evocan a Mozart

Músicos mexicanos dedican ‘Lacrimosa’

México | 2021-05-12 | Agencias

En respuesta a una carta en la que Abbe Maximilian Stadler le envió su ensayo sobre el Réquiem, de Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven le respondió: “Siempre me he considerado entre los más grandes admiradores de Mozart y lo seguiré siendo hasta el día de mi muerte”.

Venerado hasta nuestros días como uno de los compositores más grandes, su música fue elegida para rendir tributo a las víctimas de covid-19 y brindar consuelo a quienes perdieron a sus seres queridos.

Este miércoles 12, a las 20:00 horas, se estrenará un video en el que integrantes de la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh), el Ensamble Escénico Vocal (EEV) y la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) interpretan Lacrimosa, que forma parte de Misa de Réquiem en re menor, K. 626.

La idea del video, realizado en la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural Los Pinos, fue de Carolina Lagunes, fagotista de la OSN, que fue acogida por el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), dice en entrevista el violinista Pablo Martínez Bourguet, quien participó en la grabación que se transmitirá en las cuentas de Facebook de Fomento Musical, la OSN, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura.

Reencuentro

De acuerdo con Martínez Bourguet, “para este tipo de homenajes no hay mejor pieza, por todo lo que conlleva. Lacrimosa es uno de los movimientos del Réquiem, su parte más dolorosa. La muerte representa demasiado dolor, por eso esta leyenda de que en esta obra Mozart escribió su propio réquiem”.

El maestro de la Academia de Cuerdas de la OECCh explica que debido a la pandemia no hubo ensayos, pero, en su caso, tuvo mucho contacto virtual con los alumnos de cuerdas. “En las pláticas surgieron dudas: por qué hacer esto, cómo hacer aquello, qué notas se deben alargar, etcétera. Yo incluso acababa de tocar esta obra antes de la grabación y les comenté que no era una obra difícil, pero que a mí me había costado trabajo. Les compartí mi experiencia y qué elementos había que resaltar”.

Después de grabar el video, agrega, “se siente una satisfacción muy grande. A mí personalmente me encantó sentarme en el atril y empezar a decir cosas por medio de mi instrumento y que los demás me entendieran. Es la parte que más he extrañado: tocar con alguien, poder tener todos estos diálogos y compartir las ideas. Me quedé con una satisfacción de compartir todo lo que tenía guardado”.

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