Veracruz | 2021-04-15 | Daniel Aguilar
De acuerdo al último reporte del Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2020, que promueve el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), publicado el 23 de abril del año pasado, cuatro de cada diez personas mayores a 18 años en México declaró haber leído al menos un libro en los últimos doce meses anteriores a la realización de dicho estudio.
De este grupo, la mayoría mencionó que el entretenimiento fue su principal motivo para leer libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, foros o blogs. En el caso contrario, algunas personas aludieron a la falta de tiempo, interés, motivación o el simple gusto por la lectura, como los principales alicientes para no realizar dicha actividad.
Lo anterior se relaciona con la falta de un hábito de lectura, pues con el paso de los años las personas se han involucrado en otras actividades que las alejan de los libros y el conocimiento que estos ofrecen. En Galería hablamos con el promotor de lectura Humberto Hernández Gálvez, quien se refirió al tema como una herencia generacional.
Recursos
“Los jóvenes son producto nuestro, creo que hemos cometido muchos errores y ellos son los que están pagando esa factura”, mencionó Hernández, quien aseguró que los medios virtuales, mismos que se consumen a través de dispositivos móviles como computadoras, celulares o tabletas digitales, son una herramienta muy útil en este caso.
“En lo personal, prefiero el libro porque además, el libro es una especie de compañero, es un objeto en el cual está presente el espíritu del escritor, pero veo que hay muchos textos en internet, hay sitios maravillosos donde puedes encontrar textos de autores importantes, textos de autores modernos”, señaló Hernández Gálvez.
Agregó: “Creo que el internet es una gran ventaja. El problema es que pensamos que soluciona las cosas y el internet no es más que un recurso, una herramienta, es decir, quien tiene que solucionar las cosas soy yo, tengo que aprender a usar el internet para resolver problemas”.
Nueva normalidad
En este sentido, el también escritor expresó que las dinámicas que se emplean para enfrentar la contingencia por la pandemia del coronavirus, la cual impulsó aún más la educación en línea, han contribuido a que la sociedad le de un mayor voto de confianza a la red y se aleje cada vez más de los recursos que por siglos han alimentado el conocimiento humano.
“La máquina no piensa por mí, la máquina es una herramienta, un recurso (…) veo a muchos amigos con hijos pequeños que están aislados por la cuestión de las clases por internet y cuando les pregunto cómo van los niños me dicen que están muy bien, adaptados”, manifestó el promotor de lectura.
Añadió: “Yo leía a un psicólogo que decía que no se están adaptando, están sobreviviendo; entonces, yo no debo entregarme totalmente a este recurso del internet, lo tengo que utilizar como una herramienta”.
Beneficios
Pese a que la tecnología ha jugado un papel importante en el desarrollo intelectual de las personas, Humberto Hernández asegura que el origen de un buen desenvolvimiento humano es precisamente la lectura, pues funciona como un vertedero de conocimiento que se puede aplicar en la vida cotidiana y en otros aspectos como la educación y el mundo laboral.
“No hay otra manera de aprender, porque nuestra capacidad de inteligencia se fundamenta, por una parte en el lenguaje y por otra parte en las ideas. Es cierto que en un principio las ideas se originan quizá como imágenes en mi mente, pero cuando las manejo, cuando interactúo, cuando las comunico, tengo que utilizar los conceptos, los cuales están en el lenguaje y en la literatura”, reiteró.
Hábito
Sobre la función lúdica de la lectura, el promotor expuso que existen diversas opciones para que una persona pueda generar un interés por consumir diferentes obras, pues el principal motivador es el gusto por un tema.
“Asomarse quizá a videos, a películas, a música, es decir, a áreas de la actividad cultural que tienen una relación con la literatura, que me ocasionen esa curiosidad para que yo brinque después a la lectura y, sobre todo, empezar con lecturas fáciles”, mencionó.
Añadió: “Después ir brincando a lecturas más difíciles. Creo que como todos los hábitos, al principio tienes que aplicarte y te va a costar trabajo, pero es parte de lo que decíamos, tengo que esforzarme para que haya un desarrollo”.