México | 2020-08-13 | Redaccion
Galería ha tenido a bien recibir y albergar la primera entrega del boletín Armonía y Bienestar que, con el objetivo de compartir contenidos sobre bienestar emocional, Círculo Oasis comparte con esta editorial para el gusto y beneficio de los lectores de Imagen de Veracruz.
Como cada jueves, dedicamos la portada a Salud y Belleza que, para esta ocasión, compartimos contenido de la mencionada agencia, donde el coach de Mindfullness, Alejandro Quijano, aborda cómo nuestras acciones logran definir la crisis a través de varios aspectos fundamentales, detallados a continuación.
Las cosas toman la forma que le demos
Según la Real Academia de la Lengua Española, la crisis es un “cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que éstos son apreciados”, y aunque no todos estamos familiarizados con la definición, sí lo estamos con el sentimiento.
Durante una crisis, aparecen muchas sensaciones negativas: tristeza, ira, incertidumbre, ansiedad, pánico, miedo. Una crisis es, en otras palabras, que las cosas no han ido como esperábamos que fueran. Estábamos anticipando el futuro y cuando éste no resultó como lo imaginábamos, sentimos que representa un problema mayúsculo.
Vivir el presente
La crisis financiera del 2008 sucedió precisamente por eso: los bancos estaban dando crédito sin solicitar comprobantes de ingresos o de historial crediticio, confiando en que los clientes pagarían lo acordado, pero no fue así. El repentino cambio de eventos, o más bien, la vida sucediendo, hizo que la visión que tuvieron del futuro fuera diferente.
Si los bancos hubieran vivido en el momento presente, en lugar de en su fantasía del futuro, hubiera sido evidente que no debían sostener esa clase de negocio, ya que era probable que pasara lo que eventualmente pasó.
En la vida de las personas sucede exactamente lo mismo: vivimos pensando en qué es lo que va a pasar más adelante, en lugar de vivir plenamente en el ahora.
Cuestión de apreciación
La definición de la RAE también dice que el cambio puede ser en la manera en que apreciamos una situación. Solo podemos sentir que las cosas han cambiado porque ya no son como recordábamos que eran. Pero nótese que ese recuerdo, es la percepción que tuvimos, no necesariamente lo que realmente era.
Daniel J. Siegel, psiquiatra y autor del best seller “Viaje al Centro de la Mente”, explica que en el momento presente no puede existir la crisis, ya que te encuentras en un estado receptivo más que reactivo.
Es decir, en ese momento en que surge una dificultad, la enfrentamos según nuestra posibilidad, sin analizar mucho, ni buscar sus porqués. Las personas solo podemos percibir un cambio cuando nos encontramos mentalmente en el pasado o en el futuro, y tenemos que afrontar el presente radicalmente.
Y hablando de crisis…
La reacción de pánico ante la crisis de Covid-19, por ejemplo, muestra lo que pasa cuando nos aferramos el pasado y anticipamos el futuro. La cultura popular ha creado una imagen muy negativa de cómo es una pandemia, con películas que muestran el fin del mundo, zombies, y esta es nuestra única referencia de cómo responder a una crisis así.
Entonces, al recordar eso, creamos un escenario futuro imaginario, en el que necesitaremos todo el papel de baño, el gel antibacterial y los aerosoles desinfectantes que podamos comprar ahora.
Perdernos en nuestros pensamientos, la verdadera crisis
Practicar mindfulness es sumamente beneficioso en momentos de crisis, ya que nos hace plenamente conscientes del ahora, y permite que experimentemos lo que está pasando desde una postura constructiva, al estar construyendo el presente, en lugar de destructiva, al estar reaccionando a la aparente destrucción de nuestro recuerdo o nuestra fantasía.
Entonces, nos queda plantearnos: ¿Queremos que la crisis sea un momento de miedo, de aprendizaje o crecimiento? Identifica dónde te encuentras en la gráfica a continuación.
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