Veracruz | 2025-03-03
Las lecturas a edad temprana son acciones positivas y muy recomendables para la formación anímica e intelectual de los niños.
Además de ser un factor de acercamiento entre padres e hijos, o persona quien forma, los cuentos por años fueron considerados la manera más placentera de dormir a los infantes.
El Cuadro de Colores, poemas para bebés y abuelos felices, la más reciente y complacida publicación de la médica, escritora y pintora veracruzana Lilia Huber, es el reflejo del amor y proximidad de una abuela hacia sus nietos.
He tenido el gusto de trabajar con Lilia, quién además de ser una mujer gentil y buena escucha, es una prolífera creadora visual y gráfica.
Hoy abre su sensibilidad al universo de los primeros meses y años de vida, de las pequeñas personas, alegría de los hogares y las familias. Cuando se tiene un bebé en casa, seguir sus descubrimientos, primeras palabras y pasos, nos resulta altamente reconfortante. Vemos con gracia y beneplácito la germinación de una vida, y entonces detallamos, en distintos registros tal alegría.
El Cuadro de Colores es precisamente ese discernimiento adulto, al observar a un bebé y sus primeros contactos con los sabores, los olores, los animales, los primeros paseos y su contacto con el exterior y los otros.
A la usanza de narrar las primeras historias en el registro de un niño, Lilia Huber anota y sintetiza en verso, uno de sus géneros favoritos, la música, el lenguaje, las visitas a lugares públicos: mar, la iglesia, la guardería en un pequeño conjunto de anotaciones emocionales de los niños.
La literatura infantil es uno de los episodios más trascendentes en la historia del relato. Las grandes leyendas de los bosques europeos, en la pluma de los Grimm, el mundo de fábula y conocimiento científico de Lewis Carroll, la imaginación de Christian Andersen, la inclusión infantil en sus relatos de Oscar Wilde, de Juan Ramón Jiménez, y en verso de Rubén Darío y Federico García Lorca entre varios han contribuido a fortalecer los lazos fraternos dentro de los peculios familiares.
El Cuadro de Colores, publicación ilustrada por María Fernanda Navarrete, tiende un puente de fortalecimiento amoroso entre Lilia con su realidad inmediata, la experiencia de ser abuela.
Bien por este acierto de la doctora Huber pluma y apéndice de la magia de los sonidos, las letras, los museos, las mariposas, escarabajos, perros, cerdos, del mar y los juegos epítome y exordio desarrollo de personalidad futura plena y feliz.