Discursos artísticos y el 2 de octubre de 1968

El 2 de octubre de 1968 marcó un antes y un después en las movilizaciones estudiantiles y sociales, así como su manifestación en el arte.

Veracruz | 2023-10-03

Referirse en México al 2 de octubre de 1968 es todo un tópico polémico y disruptivo. Los anales han cuestionado desde muchas trincheras lo acontecido ese octubre previo a las Olimpiadas en el país.

La Historia se torna maniquea en sentidos de las versiones sociales, no solo por el lado oficial sino también de las voces de sus participantes: gremios sindicales, líderes y estudiantes. Por esa razón, el discurso artístico resulta harto interesante y digno en replantear y disfrutar en cualquier momento.

En Literatura: Elena Poniatowska con la Noche de Tlatelolco una recopilación fotográfica y de testimonios vividos desde el verano hasta octubre de 1968 en el centro del país.

Los días y los años de Luis González de Alba, narrativa sobre los estudiantes presos en Lecumberri. Farebeauf de Salvador Elizondo y La señal de Inés Arredondo empalmados en la problemática política de esos años con interesantes matices de análisis de la hegemonía del poder.

La llamada Literatura de la Onda también se involucró con la temática de coyuntura ideológica de un México roto, lo apreciamos en José Agustín y en Gustavo Saiz. Y como no recordar a Parménides García uno de los más aguerridos narradores del contexto parteaguas en la Historia Nacional.

De manera magistral también Elena Garro toca el fenómeno diferencial entre estudiantes-autoridad y agentes políticos en Matarazo no llamó y el periodista José Pablo Robles también da su versión de reportero en Más Allá de la Memoria.

Por otro lado tenemos el discurso cinematográfico con el clásico de Jorge Fons, Rojo Amanecer, Tlatelolco verano del 68, enmarcada en una historia de amor de Carlos Bolado, Borrar de la Memoria de Alfredo Gurrola, El Grito, documental de Leobardo López y Los Parecidos de Isaac Ezban. Literatura y Cine conforman un entramado interesante y singular de tan dramático episodio.

En Artes Plásticas el conjunto de carteles de Becerril ha sido por décadas la denuncia iconoclasta de lo sucedido con las represiones para los simpatizantes del movimiento. Satirizando a la policía y el Ejército, cuyas fuerzas se extrapolaron en grupos paramilitares: los Gorilas. 1968 tiene voces también en música de protesta, Oscar Chávez fue una de ellas.

Recordamos también la postura de Octavio Paz y su renuncia a la Embajada de la India por los exabruptos del gobierno mexicano, así como el respaldo de médicos, ferrocarrileros y quien fuera el rector de la UNAM, Barros Sierra al segmento estudiantil.

Traer a la memoria 1968, es menester a través del arte, presencia y adalid de los aconteceres cruciales en el devenir de los pueblos.

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