Veracruz | 2020-11-20 | Daniel Aguilar
A través de la página en Facebook del Centro Cultural ‘Casa Principal’ se compartió el taller ‘Introducción al Arte Cinético’, actividad en la que Alfredo Romero Aguilar, egresado de la licenciatura en Enseñanza de las Artes por la Universidad Veracruzana, explica las características de esta interesante forma gráfica de expresión.
Para la segunda entrega, el artista visual abordó la creación de piezas de arte óptico, en las cuales las formas y figuras toman un sentido tridimensional que se acompaña del movimiento.
“El arte óptico, también denominado Op Art, es una corriente artística abstracta que surge tras la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos en el año 1958, siendo Nueva York el centro de esta expresión”, mencionó el tallerista.
Agregó: “Los antecedentes del arte óptico van desde los efectos del color y gráficos, hasta el futurismo, constructivismo, dadaísmo y neoimpresionismo; surgiendo a partir del movimiento abstracto constructivista, representado por el suprematismo, convirtiéndose en un estilo exclusivamente visual que hace uso de todo tipo de ilusiones ópticas para engañar al ojo humano”.
Efectos
Durante la sesión, Romero Aguilar realizó una obra en la que a través de formas circulares y sombras, creó una sensación de profundidad y movimiento perceptible al ojo humano, utilizando herramientas básicas como una hoja en blanco, lápices, plumones, regla y compás.
“Es la composición de fenómenos puramente ópticos las que crean dentro del arte óptico, sensaciones de movimiento en una superficie bidimensional, patrones de vibración, imágenes intermitentes y ocultas al espectador; de ahí que el espectador de una obra de arte óptico deba participar activamente moviéndose o desplazándose para poder captar el efecto óptico completamente”, detalló.
Por lo anterior, este tipo de piezas, recalcó el artista, tienen la finalidad de mezclar elementos que invitan a quien las aprecia a vivir una experiencia en la que los efectos visuales son la principal herramienta, dando como resultado un sentido de inestabilidad, confusión o vibración.
“En esta clase de obra artística, el ojo humano tiene que estar observando la obra detenidamente para percibir el movimiento tratando de identificar el principio y el fin, por lo tanto, se puede decir que no existe una apariencia emocional en las obras”, señaló.