México | 2024-04-07
La noche del 6 de abril estuvo marcada por una triste noticia para el cine mexicano con el fallecimiento de Ernesto Gómez Cruz, un ícono indiscutible de la actuación, a la edad de 90 años.
La noticia, anunciada por la Asociación Nacional de Actores (ANDA), ha dejado un vacío en el corazón de la comunidad artística y en los admiradores del talento nacional.
En los últimos años, Gómez Cruz se había alejado gradualmente de los reflectores, una decisión que, según reveló, fue motivada por los efectos de una enfermedad degenerativa.
En una de sus últimas apariciones públicas, en la entrega de los Premios Ariel en 2019, el actor compartió con cierta melancolía que se preparaba para su eventual desenlace, sin especificar la naturaleza de su padecimiento.
Este retiro del ojo público culminó con un homenaje en mayo de 2023, donde el actor asistió en silla de ruedas, mostrando signos evidentes de su lucha contra la enfermedad.
Aunque la familia y la ANDA no han confirmado la causa exacta de su muerte, los rumores apuntan hacia el Alzheimer como el posible diagnóstico que enfrentó Gómez Cruz.
Esta especulación encuentra respaldo en declaraciones previas de colegas y en la visible disminución de sus capacidades físicas y cognitivas observadas en sus últimas apariciones públicas.
El Alzheimer, según la Mayo Clinic, es un trastorno neurodegenerativo que desencadena la pérdida progresiva de la memoria y de otras funciones cognitivas.
Aunque los tratamientos actuales pueden moderar algunos síntomas, aún no existe una cura definitiva, lo que subraya la importancia de la investigación y el apoyo a quienes viven con esta condición y a sus cuidadores.
Nacido el 7 de noviembre de 1933 en Veracruz, Ernesto Gómez Cruz dejó una huella indeleble en la cinematografía nacional.
Con una carrera que abarca más de cinco décadas y un repertorio de más de 100 producciones, entre las que destacan Los Caifanes, El Infierno y El crimen del padre Amaro, atestiguan su versatilidad y compromiso con el arte de la actuación que lo convirtió en una leyenda viva del cine mexicano.
Su contribución fue reconocida con el Ariel de Oro en 2008, un testimonio de su impacto y legado en la industria.
El fallecimiento de Ernesto Gómez Cruz no solo representa la pérdida de un talento excepcional sino también el final de un capítulo en la historia del cine mexicano. Su memoria y obra, sin embargo, perdurarán, inspirando a futuras generaciones de actores y cineastas a seguir sus pasos en la búsqueda de la excelencia artística.