| 2023-12-26
De manera constante aún se cuestiona el término y aplicación de la palabra cultura.
Cultura proveniente de cultivo, todo aquello transformado, lo no dado por la naturaleza, pues interviene la mano del hombre: el árbol es un don natural, los muebles y la ebanistería ingenio humano.
De tal forma, la periodista y escritora, Cristina Pacheco, no tan solo aplicó de manera correcta la cultura, sino además la vivió.
Su acercamiento a la vida cotidiana, al centro y periferia de la Ciudad de México, le permitió ser y transmitir lo esencial de la cultura: formas de pensamiento, modus vivendi y aportaciones de ciudadanos dedicados a distintos oficios, pero transformadores de la realidad, de la circunstancia, sí, los globeros, cilindreros, los payasos, los vendedores ambulantes, los anticuarios, los artesanos, entre otros son parte de nuestra sociedad y con su pregón y productos nos modifican el vivir.
Desde su aparición en el Canal 11 Con así fue y después en la década de los noventa con Aquí nos tocó vivir y conversando con Cristina Pacheco, esta mujer cambió el sentido del periodismo y la divulgación del quehacer profesional.
Formada en la UNAM, bajo la licenciatura de Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras, Cristina Romo Hernández quien toma el apellido de su esposo José Emilio Pacheco se coloca en parteaguas comunicacional por su sensibilidad de acercarnos a la riqueza precisamente cultural de México.
Tendiente a re valorar el perfil ocupacional de sus entrevistados, reconocidos personajes de política, teatro, literatura, música, así como sus periplos por el corazón de la Ciudad de los Palacios nos permitió una visión singular de estas personas y su hábitat.
Extrañaremos a Cristina y su peculiar sentido de dar a conocer al pasar de los días a guisa de labores dignas y diferentes.
Desde luego también su escritura. Sus relatos son la consecuencia de su visión ampliamente sentida de personajes ataviados de magia para sopesar avatares y carencias.
La cultura se vive, se sopesa, se lleva a cuestas, al fin y al cabo, como lo subrayó Cristina Pacheco, en este lugar Nos tocó vivir…..