Veracruz | 2020-09-27 | Daniel Aguilar
La pandemia del coronavirus ha representado un problema en diversos sectores de la población, siendo la educación uno de los más afectados, pues el traslado de sus actividades a medios virtuales representa un enorme reto para quienes tienen a su cargo la preparación de las futuras generaciones laborales.
Si bien la educación básica se ha visto apoyada por diferentes estrategias implementadas por las autoridades, la educación superior se ha tenido que adaptar a los avances tecnológicos para poder mantener su oferta y cumplir con los planes de estudio previamente establecidos.
Lo anterior representa sólo una parte de la problemática, ya que además de la modificación de las dinámicas docentes, se deben tomar en cuenta algunos otros factores que, en determinado caso, impiden la ejecución de los planes educativos.
“No todas las familias tienen el acceso a internet en sus casas y no todos tienen una computadora en su hogar”, mencionó en entrevista para Galería Jeremías Zúñiga Mezano, director administrativo de la Universidad de las Naciones.
Continuó: “Esto desde luego delimita que los jóvenes universitarios puedan tomar las clases en línea porque se combina un segundo elemento, que es la situación económica. De acuerdo con datos del INEGI, más de 12 millones y medio de mexicanos han disminuido su ingreso o lo han perdido; esto provoca que, en las familias, la prioridad sea la salud y la alimentación, han dejado de pagar los servicios de internet”.
Consecuencias
Además de la llamada brecha y el analfabetismo digital, la educación ha perdido una de las herramientas clave en su desempeño, pues las clases virtuales han dejado atrás la interacción que se genera en el salón de clases entre alumnos y catedráticos.
“El hecho de no tener físicamente al maestro, sino tener una interacción virtual, provoca que el alumno tenga que ser, en algunos elementos, autodidacta, que tenga que realizar su propia investigación y allegarse de recursos tecnológicos e intelectuales, lo que se les ha dificultado por el arraigo que traemos de la presencia física del docente para guiarlos”, expresó Zúñiga Mezano.
Por ello, las instituciones universitarias se han preocupado por implementar estrategias que involucren todas las herramientas disponibles para que tanto el alumno como la plantilla docente puedan tener un desarrollo positivo y acorde a la situación actual.
“En el caso de la Universidad de las Naciones, fuimos de las primeras instituciones en el estado de Veracruz que empezamos a trabajar los estudios no escolarizados en línea desde el año 2003, lo que provoca que tengamos una experiencia de cómo manejar estas plataformas”, aseguró el director académico.
Oportunidades
Es importante señalar que con las clases en línea también se presentan diversas áreas de oportunidad para motivar a los alumnos a continuar con su preparación profesional, según declaró el entrevistado.
“Lo que estamos adaptando y modificando son las estrategias de enseñanza y aprendizaje porque no es lo mismo enseñar en línea que enseñar físicamente; entonces, tenemos que utilizar otro tipo de recursos para que el alumno se mantenga atento a las clases, tenemos que hacer clases más interactivas, motivar al alumno a participar”, dijo.
Añadió: “Esas son las innovaciones que hemos hecho; también hemos tenido que ajustar horarios, porque hay que reconocer que el alumno, estando frente a la computadora más de determinado número de horas, se distrae, por lo que constantemente hay que hacer, aunque sea en línea, dinámicas para que se levanten, interactúen y participen”.
No obstante, pese a la contingencia desatada a nivel mundial, se tiene una oportunidad para mejorar el sistema educativo, pues gracias a la crisis las instituciones pueden visualizar los mejores escenarios para el ejercicio de su actividad educativa frente a situaciones adversas como la pandemia del coronavirus.
“Esto va a provocar, definitivamente, que haya un aceleramiento en la transformación educativa, ya muchas universidades empezarán a trabajar con mayor tecnología, empezarán a planear que esto pudiera presentarse”, mencionó Zuñiga Mezano.
“No hay que resistirnos al cambio, es algo que nos tocó vivir y lo peor que podemos hacer es estar en un estado de negación”.
Jeremías Zúñiga Mezano, director académico de la Universidad de las Naciones
El próximo domingo presentaremos la segunda parte de este reportaje, en el cual se abordará el papel del estudiante universitario en esta nueva dinámica educativa.