| 2024-01-09
Prolongando la figura y brío, fuerza e ímpetu de uno de los animales más emblemáticos en la vida del hombre, tanto en lo mitológico como lo laboral; el caballo, Carlos Cano nos desvela una serie de óleos de impresionante hechura y contenido.
Por medio del desarrollo de la cultura humana hemos apreciado la representación de este animal, en murales de cavernas, en esculturas de bronce, en el Imperio Romano, previo al Renacimiento con Ucello, Tiziano, con el retrato de Carlos V, en los grabados de Durero, en los barrocos Velázquez y Rubens con el Duque de Lerma, en la tauromaquia de Goya, Napoleón a caballo realizado por Jacques Louis David, por citar algunos. En esta ocasión la imaginación y destreza de Carlos Cano, pintor y fotógrafo nos pasan por un tamiz alucinado de la presencia de los caballos en su pensamiento y vehemencia expresiva.
Crines movidas por el viento, crines trenzadas a lo andaluz, equinos a Galope, en remanso, Unicornios forman un variado catálogo plástico de estos hermosos ejemplares.
Carlos Cano ha expuesto en Estados Unidos, Venezuela, en una Bienal de Venecia, en distintas ciudades de México y en sus queridas Xalapa y Veracruz.
Él es egresado de San Carlos, prestigiosa institución de la UNAM, en la capital de nuestro estado se formó en fotografía en la UV, donde por años fue en titular del Talleres Libres de dicha asignatura.
Ha sido servidor público, encargado de la Fototeca en Veracruz y sus fotografías han representado las bellezas de la entidad en libros, revistas, hoteles y espacios públicos.