Vivir con miedo; la realidad de ser madre en México y Veracruz

Xalapa | 2022-05-10 | Bibiana Varela

“Con todo lo que está pasando, como mamás lo que tenemos es temor de nuestras hijas, de nuestros hijos, porque ya no hay esa libertad de salir… ya vivimos con miedo”.

Son las palabras de María Teresa Briones, para quien el Día de las Madres ha cobrado un nuevo sentido.

En muchas familias veracruzanas lo que antes era una celebración con flores y regalos ahora se ha convertido en un mar de zozobra. Y es que las incesantes desapariciones de menores y el incremento de las cifras de feminicidios han frenado prácticamente cualquier festejo, pues ahora lo más importante es mantener a sus hijos a salvo.

“Ahorita ya no es una celebración como las de antes (…) Yo tengo una hija adolescente y, la verdad, con todo lo que se escucha, tengo mucho miedo. Ella ya creció, acaba de cumplir 18 años y tengo mucho temor, porque aquí en la ciudad (la situación) está difícil.

“Mi preocupación es enseñarle a que sea observadora, a que procure cuidarse… ya teme uno más por los hijos, sobre todo por las mujeres, que son las más vulnerables”, externó afligida.

“Mi corazón se queda partido”

Veracruz se ha colocado en el segundo lugar a nivel nacional en materia de feminicidios, y en desaparición de personas también ocupa uno de los primeros lugares de la lista.

María Teresa está consciente de ello y su corazón de madre se quiebra con el solo hecho de pensar que algo pudiera sucederle a sus hijos, principalmente a la más pequeña.

“Yo me voy a trabajar, soy una madre soltera que trabaja y ya no la puedo llevar a la escuela, ya no puedo ir por ella, entonces no me queda más que enseñarle a que sea cuidadosa.

Mi corazón se queda partido a la mitad; estoy en el trabajo, pero mi pensamiento está pidiéndole a Dios ‘cuídamela, protégemela, líbramela de los peligros que hay afuera’… como mamá yo quisiera tenerla en una bola de cristal pero no se puede, los hijos tienen que volar algún día y, aunque el corazón se parta, hay que dejarlos crecer, que vean, que conozcan, pero que anden con cuidado”.

Perder a un hijo, lo más duro

Datos del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana revelan que, de enero a marzo de 2022, en Veracruz se registraron 160 desapariciones de niñas y mujeres.

La cifra sigue creciendo y María Teresa se horroriza solo de pensar que su hija pueda llegar a formar parte de las estadísticas.

“Si a mí me pasara yo me muero… si perdiera a alguien, si me la raptaran, es una muerte poco a poco, porque la pérdida de un hijo ha de ser lo más duro que hay en la vida”, dijo consternada.

Por ello, en este Día de las Madres su mayor regalo sería que su hija recibiera un valioso consejo, que podría incluso salvar su vida ante cualquier situación de peligro.

“Que al salir sea observadora, que sea cuidadosa, que esté atenta a todo, porque ahorita no nos podemos confiar ya de nadie”.

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