Xalapa | 2021-03-02 | Imagen del Golfo
Durante el 2020, México bajó 4% en los indicadores de desarrollo y comportamiento democrático, según el Índice de Desarrollo Democrático elaborado por Fundación Konrad Adenauer en México, en colaboración con el Instituto Nacional Electoral (INE). El estudio aporta la posibilidad de conocer los puntos débiles de nuestras las democracias locales y apoyando la construcción de un México más justo para sus habitantes.
Durante el 2020, las cinco entidades peor calificadas son Morelos, Chiapas, Veracruz, Estado de México y Guerrero.
En la Región Centro, la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, el 33% presenta alto desarrollo democrático. Las entidades restantes se distribuyen en cada una de las intensidades de desarrollo.
Mientras, Yucatán, por cuarta vez en una década de medición volvió a alcanzar el primer lugar del ranking.
Fundación Konrad Adenauer mide el desarrollo democrático en las 32 entidades del país bajo en tres rubros:
1) La democracia en los ciudadanos, para conocer su nivel de participación efectiva y las diversas situaciones que les afectan como la violencia y la pobreza.
2) La democracia en las instituciones, que evalúa su existencia, eficiencia y calidad para cumplir con el objetivo de una mejor calidad de vida democrática.
3) La democracia social, que observa la gestión del gobierno para tener mejores condiciones de desarrollo social y humano.
De acuerdo con la Fundación Konrad Adenauer, México ha experimentado una evolución democrática que está polarizando los niveles del desarrollo democrático, ya que mientras se duplica el número de entidades de alto desarrollo democrático, también se duplican las entidades con mínimo desarrollo. Esta polarización, nos parece, debería llamar la atención de autoridades y gobernantes para evitar que las brechas se sigan ensanchando.
El informe 2020 presenta, en el promedio nacional de 5,434 puntos, un descenso de un 4%, comparado con 5,662 puntos en el 2019, debido a que los estados de mejor puntaje en 2020 tienen un registro inferior al que habían logrado el año anterior, y los estados con mínimo desarrollo registran también un promedio menor.
Destaca notablemente que es mínimo el avance de las entidades en el IDD-Mex 2020; 11 entidades, contra las 21 del 2019. Es mayor la distancia entre quien lidera y las entidades que le siguen. En 2020 sólo Baja California Sur supera los 9,000 puntos, mientras que en 2019 había tres entidades que superaban ese puntaje.
La primera Dimensión “Democracia de los Ciudadanos”, muestra una caída del orden del 4% respecto del 2019, lo que refleja el deterioro que existe en los diferentes indicadores que la integran, por ejemplo: Derechos Políticos, Libertades Civiles y Compromiso Ciudadano.
El promedio obtenido por las entidades federativas en la segunda Dimensión, “Democracia de las Instituciones”, que mide la calidad institucional y la eficiencia política, es significativamente inferior al del 2019 (caída de 4,097 a 3,324 puntos. Este valor junto con el 2018 son los peores de los diez años. Comparado con el IDD-Mex 2019 se registran valores peores en casi todos los indicadores, sobre todo hay una caída sustantiva en la Percepción de Corrupción.
Respecto a la tercera Dimensión “Democracia Social y Humana”, que evalúa la capacidad para generar políticas que aseguren bienestar el promedio alcanza un valor inferior al logrado el año anterior, destacan puntuaciones menores en los indicadores Desempleo Urbano y Eficiencia Terminal en Secundario, sin embargo, se midió un incremento en el Gasto en Educación en el IDD-Mex 2020.
Finalmente, en la cuarta Dimensión “Democracia Económica”, la cual mide la capacidad para generar políticas que aseguren eficiencia económica, se observa una leve disminución con respecto al año anterior. Se registran valores levemente más altos en PIB per Cápita e Inversión, sin embargo, crece la Desigualdad de Ingresos.
Las cuatro dimensiones que integran el IDD-MEX facilitan comparar el desempeño de las autoridades y la forma en que la sociedad participa en los asuntos públicos en realidades tan disímiles como las que se viven en Coahuila y Tabasco, o en San Luis Potosí y Michoacán, en cuanto a las condiciones geográficas, productivas, políticas y organizativas de cada entidad.
De ahí, la necesidad de comparar con datos objetivos las políticas públicas, por ejemplo, de Yucatán y Guerrero que son los estados que se ubican en los extremos de la clasificación planteada en el IDD-MEX 2020.
Aguascalientes es la única entidad que desde la primera medición del IDD-Mex 2010 casi siempre es clasificado en el nivel de alto desarrollo democrático (con la excepción del 2013). En contraparte, Guerrero es la entidad, que a partir del 2012 año tras año, es clasificada en el nivel más bajo del desarrollo democrático y en este año quedó registrada como la entidad federativa con la peor calificación de las 32, conforme a los resultados del IDD-MEX 2020.
Ante un proceso electoral histórico en el país, resultaría interesante conocer qué hacen bien los gobiernos de Yucatán, Aguascalientes y ahora en Tlaxcala para estar en los niveles de alto desarrollo democrático; Y sin duda, sería urgente revisar por qué algunas políticas públicas en los estados de Guerrero, Morelos, Veracruz, Michoacán, Chiapas y no han permitido un desarrollo democrático eficiente y al contrario, han ido en picada.
Persistir en un proceso de mejora, con políticas de largo plazo, es el camino para un mayor desarrollo democrático, y constituye el mayor reto que enfrenta la dirigencia en cada uno de los estados de México. Este informe constituye un nuevo esfuerzo para iluminar ese camino.