Xalapa | 2021-02-17 | Ariadna García
Este miércoles de ceniza se vivió de manera diferente en la Iglesia Católica, dado que los fieles se vieron obligados a cumplir con todas las medidas sanitarias para evitar riesgos de contagio de COVID-19.
Con este rito se da inicio al tiempo de cuaresma, en que los feligreses se preparan con ayuno, limosna y oración durante 40 días para vivir la Semana Santa donde se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
En la Catedral Metropolitana de Xalapa desde temprana hora empezaron a arribar los fieles, a quienes se les tomaba la temperatura, además que debían contar con cubrebocas, gel antibacterial y guardar la sana distancia.
Allí, el sacerdote hizo una sola oración para recordar en qué consiste la penitencia cuaresmal y pidió recordar que todos volverán al polvo. “Arrepiéntete y cree en el evangelio”, dijo ante quienes se dieron cita en este templo, a lo cual respondieron “Así sea”.
La ceniza no fue impuesta en la frente como se hacía de manera tradicional, sino que se dejó caer a los feligreses sobre la cabeza para evitar el contacto físico y guardar la distancia necesaria.
Los templos de la ciudad siguieron esas medidas sanitarias, por lo que el número de católicos que asistió fue mucho menor comparado con otros años, en que se generan grandes aglomeraciones.