| 2025-03-05
Entre el Golfo de México y la selva tropical, la región de Los Tuxtlas es un paraíso donde la naturaleza y las tradiciones ancestrales se entrelazan para ofrecer una experiencia inigualable.
Este rincón de Veracruz atrae a quienes buscan aventura, biodiversidad y misticismo; entre lagunas, cascadas, vestigios prehispánicos, playas, gastronomía y rituales, cada visitante puede descubrir la magia que envuelve esta tierra.
La Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas es hogar de más de 320 especies de aves, plantas silvestres y medicinales, y mamíferos como armadillos, tejones y monos; este ecosistema permite actividades como senderismo, kayak, rappel y la exploración de cuevas.
Para los más intrépidos, el acantilado Roca Partida permite descender hasta la Cueva del Pirata Lorencillo, una caverna envuelta en leyendas de tesoros escondidos; además, las playas Montepío y Playa Escondida son el escenario ideal para disfrutar del sol y el mar.
Una de las actividades especiales en Ángel R. Cabada es la temporada de nacimiento de tortugas; mientras que en el ejido Benito Juárez se encuentran los cañones Los Tejones y Las Palomas, donde es posible descender por caídas de agua de hasta 30 metros de altura o lanzarse a pozas naturales en una experiencia llena de adrenalina.
Quienes prefieran más tranquilidad, pueden pasear en lancha en el malecón de Catemaco, visitar las islas de los Monos y de las Garzas, o la Reserva Ecológica Nanciyaga, donde podrán darse un baño de agua mineral, aplicarse una mascarilla de barro, recibir una limpia o dar recorridos guiados por sus senderos.
Además, esta región resguarda un invaluable legado cultural; en Santiago Tuxtla, el Museo Regional Tuxteco permite viajar al pasado a través de sus piezas arqueológicas, entre ellas la imponente Cabeza Colosal de Cobata, testimonio de la grandeza olmeca.
San Andrés Tuxtla, por su parte, es sinónimo de tradición tabacalera; aquí, se pueden visitar fábricas de puros y conocer de cerca el proceso de elaboración de uno de los productos más reconocidos de la zona.
La cascada del Salto der Eyipantla es otro referente de San Andrés Tuxtla que no te puedes perder.
Platillos como los tegogolos, las mojarras y las carnes ahumadas dan cuenta de la riqueza culinaria de la región. Para una experiencia aún más auténtica, los talleres de cocina regional permiten aprender a preparar delicias locales, combinando ingredientes endémicos con técnicas tradicionales.
Llegar a este paraíso no es difícil, el aeropuerto Heriberto Jara Corona, en Veracruz, recibe vuelos nacionales e internacionales, mientras que las carreteras 150 y 180 facilitan el acceso desde la Ciudad de México, Puebla, Tamaulipas y Tabasco.