Xalapa | 2021-12-28 | Leticia Cruz
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) hizo un llamafo a toda la población para que niñas y niños no utilicen globos para hacer llegar sus cartas a los Reyes Magos que les visitarán el próximo 6 de enero.
Los globos representan contaminación y peligro para distintas especies animales.
Anteriormente, refiere la Semarnat, las niñas y los niños dejaban su carta a Los Reyes en su zapato, y recibían sus regalos junto a su árbol de navidad. Sin embargo, se fue adoptando una costumbre antiecológica, que consiste en enviar la carta al cielo a través de un globo, pero los globos son altamente contaminantes y no llegan a su destino con los Reyes Magos.
En ese sentido, la Searnat refiere que los globos dañan enormemente al medio ambiente y a la biodiversidad porque están hechos de poliuretano, polímeros sintéticos, como el teraftalato de polietileno (PET), de microfoil o poliamida, o de látex; pero además contienen químicos.
De mayor ligereza, los globos de poliamida, microfoil, mylar o metálicos, que son de brillantes colores y formas, se pueden inflar con aire, pero lo más común es que se inflen con helio, para lo cual tienen una válvula. Así se pueden desplazar hasta 3 mil kilómetros en un día, por lo que alcanzan a cruzar océanos o continentes, se elevan sobre las montañas y quedan atrapados en los altos follajes de los árboles de selvas o bosques. Esto deriva en que los globos se conviertan en un potencial peligro para las aves y fauna terrestre y acuática, por los globos que llegan a caer en el mar, por ejemplo.
"Un artículo de la revista Nature, citado por el portal ecocosas.com, indica que las aves marinas tienen 32 veces más probabilidades de morir por ingerir un globo que por ingerir otros tipos de plásticos duros como las piezas de lego, o los controvertidos popotes. Explica que aunque los globos representan sólo el 2% de todos los plásticos ingeridos por las aves marinas, son responsables del 42% de las muertes relacionadas con el plástico", refiere la Semarnat.
Además, un globo de poliuretano tarda 450 años en degradarse y uno de látex de tres a cinco meses, o años si caen en el agua, pero al contener químicos dañan con ellos suelos o agua, y un globo metálico estará más tiempo inflado y tardará en consecuencia más tiempo en degradarse.
Si bien en pocos segundos desaparecen de nuestra vista cuando los soltamos, los globos caen hasta miles de kilómetros de distancia después e impactan los ecosistemas y la biodiversidad, principalmente a la fauna. Además, estos artefactos pueden obstaculizar la ruta de vuelo de las aves, y sus patas u otras partes del cuerpo suelen enredarse en los hilos con que los globos se sujetan, sobre todo cuando caen sobre los árboles.
Y si los globos llegan a los suelos, estos reciben los tóxicos que liberan los globos durante el tiempo que tardan en degradarse, incluso los de caucho, que son los más inocuos, y al descomponerse en micropartículas permean la superficie y se infiltran hasta llegar al mar.
Por todo ello, la Semarnat llamó a niñas, niños, madres y padres de familia, a no utilizar globos para enviar sus cartas a los Reyes Magos. Basta con que dejen sus cartas en sus zapatos o junto al árbol de navidad.