Xalapa | 2022-03-15 | Jorge Briones
La señora Aurea Guzmán, finalmente pudo darle sepultura a los restos de su hermano Ricardo Guzmán Pérez tras once años de búsqueda en fosas clandestinas de todo Veracruz.
Ricardo desapareció el 27 de octubre de 2011 y fue en octubre de 2021 cuando la señora pudo reconocer a su hermano mediante una fotografía que, aunque estaba borrosa, se observaban claramente características físicas del hombre.
El cuerpo de Ricardo se encontraba junto con otros cadáveres en una fosa común del panteón municipal Palo Verde, y desde la gestión de ex Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, la señora Aurea no podía reclamar el cuerpo.
“Realmente aquí fue una negligencia una falta de trabajo, de responsabilidad de las autoridades tanto de Fiscalía como de Periciales porque pues ellos tenían los restos de mi hermano durante todo este tiempo”
La señora Aurea acusa negligencia por parte de la Fiscalía debido a que Ricardo fue hallado hace años y tras permanecer un tiempo en los Servicios Periciales fue llevado a la fosa común, para exhumar sus restos tuvieron que pasar varios años más.
“Yo asistí con el colectivo a unas fotos que nos pusieron ahí es cuando me di cuenta que había una foto media pésima porque nos ponen fotos borrosas, bueno lo pude reconocer por parte de su barbilla que me causó como que curiosidad y por eso lo reconocí”
La señora Aurea denunció que la FGE se demoró mucho tiempo en realizar los procesos de exhumación y entrega del cuerpo, a pesar de que ya estaba plenamente identificado.
“Yo lo reconocí por las fotos como por octubre, noviembre más o menos y pues no tiene mucho apenas me lo entregaron porque el Fiscal tardó mucho en exhumar el lugar tardó un buen de tiempo en hacer la exhumación ahí en la fosa”
Ricardo permaneció en los Servicios Periciales pero su hermana desconocía que ya había sido localizado, años más tarde se entera que había sido trasladado a la fosa común y exigió la exhumación para trasladarlo a una tumba familiar.
Finalmente en enero de 2022, los restos de Ricardo fueron entregados a su familia, pero tuvieron que pasar once largo años para que se supiera que había pasado con él desde su desaparición en Xalapa.