Megaproyectos y sequía amenazan patrimonio natural de Veracruz

Xalapa | 2021-04-22 | Leticia Cruz

Este 22 de abril se conmemora el Día de la Tierra. En el caso de Veracruz y todo el país, de acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarmat), el uso no sustentable del territorio y de su patrimonio natural ha provocado la pérdida de importantes superficies de ecosistemas naturales y de su biodiversidad, la degradación ambiental y el deterioro de la calidad de vida de la población.

De la mano, en el estado de Veracruz diversas amenazas como megaproyectos y fenómenos asociados al calentamiento global, como la sequía, han provocado la preocupación y movilización de la sociedad civil organizada.

Ejemplo reciente es la denuncia de habitantes de Actopan, porque la laguna de El Farallón se ha secado, hecho que, de acuerdo con autoridades gubernamentales, es investigado, ya que se presume extracción ilegal del agua.

Además, Veracruz es amenazado por megaproyectos como minas a cielo abierto, hidroeléctricas, fractura hidráulica o fracking, entre otros proyectos que, de acuerdo con sociedad civil organizada, como se trata de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA), no sólo pone en riesgo el abasto de recursos naturales, la salud humana, sociedad y el medo ambiente en la actualidad, sino para las futuras generaciones.

NECESARIO, PROTEGER A LA MADRE TIERRA

 Fue el 22 de abril de 2010, cuando varios países latinoamericanos emitieron la Propuesta de la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra,   argumentando que “el sistema capitalista y todas las formas de depredación, explotación, abuso y contaminación han causado gran destrucción, degradación y alteración a la Madre Tierra, colocando en riesgo la vida como hoy la conocemos, producto de fenómenos como el cambio climático”.

En 2017, Naciones Unidas debatió la importancia de una legislación que proteja los derechos del planeta, filosofía que sostiene que el bienestar de las personas depende de la salud de la naturaleza, en contraste con un modelo de consumo y producción insostenibles.

Asimismo, datos de la Semarnat resaltan que “de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se calcula que un tercio de las tierras destinadas a la producción de alimentos, fibras y forraje, están degradadas, que representan 1,600 millones de hectáreas de todos los países del mundo. Así también, las aguas interiores y los ecosistemas de agua dulce han disminuido. En el año 2000, solamente se conservaba el 13% de los humedales que había en el año 1700”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que “este decenio será decisivo para llevar a cabo acciones en la lucha para erradicar la pobreza, el hambre y la malnutrición, en el contexto de una población humana creciente y de la necesidad cada vez mayor de servicios ecosistémicos, incluidos los alimentos”.

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