Linchamientos en Veracruz, señal de Estado fallido: Iglesia

Orizaba | 2020-07-21 | Nora Gabriela Lira

El presidente del Consejo Representativo de Iglesias Evangélicas en el Estado de Veracruz (CRIEEV), Alfredo Luna Murillo, y el vocero de la Diócesis de Orizaba, padre Helkyn Enríquez Báez, consideraron que nada justifica arrebatar la vida a nadie, por lo que lamentaron lo ocurrido en Soledad Atzompa, en donde la población quemó vivos a dos presuntos defraudadores.


El pastor Luna Murillo consideró que lo que hicieron esos hombres no justifica el hecho de que los hayan quemado.


“Creo que tomarse la justicia por sus propias manos está enviando la señal de que la justicia en algunos lugares de Veracruz no está siendo efectiva”, expuso.


Luna Murillo señaló que lamentablemente, quienes participaron en ello incurrieron en un homicidio y eso no puede ser, pues no se está en tiempos de las cavernas y más que la policía ya los tenía, por lo que no cabe la venganza cuando se vive en un estado de derecho.


Consideró que estos hechos hablan de un estado fallido y el gobernador debe tomar cartas en el asunto para poner orden pues no se puede tolerar este tipo de hechos en ninguna parte.


Por su parte, el vocero de la Diócesis de Orizaba resaltó que se debe recordar un principio jurídico: nadie puede hacer justicia por propia mano, porque se puede cometer una injusticia mayor que la que se pretende castigar.


“Debemos recordar que nuestro país y nuestros gobiernos están situados en tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, y toca al orden judicial proceder a las investigaciones y en todo momento aplicar la pena correspondiente, no son las personas las que deben hacer justicia por propia mano, porque también se puede cometer, a parte de la injusticia, equivocaciones, se puede castigar a las personas incorrectas o algunos inocentes”, apuntó.


El sacerdote señaló que cuando se actúa de esa forma implica una venganza que puede ser desproporcionada, como en el caso al que se alude.


Agregó que también aplica lo que el Papa Francisco ha hecho al interior de la Iglesia, al abolir la pena de muerte aunque estuviera prevista en un sistema judicial, porque se cree en la redención de las personas y a nadie le toca disponer de la vida de otro ser humano, es un valor fundamental, un derecho humano y n valor sagrado inviolable, por tanto, toda vida humana debe ser respetada.


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