Coatzacoalcos Ver. | 2022-09-01
Porteño de nacimiento, pero paisano de sangre, así es Ángel Isaac Mecott Hernández, un chico de 24 años, que continúa el legado istmeño con la elaboración artesanal de huaraches de cuero y cinta industrial, tradición que lleva más de 50 años en su familia y que aprendió al inicio de la pandemia como una alternativa de obtener dinero.
“Mi papá tiene un primo-hermano que hace huaraches desde hace 50 años…empecé en la pandemia aquí en mi casa con mis papás, a mí de por sí me gustan los huaraches…después de me convencí de iniciar el proyecto y fue que comenzaron a apoyarme”, narró el también cantante, quien señaló que esta técnica la aprendió en sus visitas a Ixtaltepec, Oaxaca, zona del Istmo de Tehuantepec, de donde es su padre.
RÁPIDO APRENDIZ
Es en su casa donde Isaac adaptó su taller, en el que dispuso de herramientas como una placa de aluminio, martillo, tijeras, clavos, pinzas y moldes, para dar forma a los huaraches, ya sean de piel de res, de chivo o de cinta industrial.
“Es más fácil trabajar la piel de chivo, porque es más suave y más moldeable, la piel de chivo ya viene plana y se puede trabajar así… en Ixtaltepec hay un tío que curte piel, sino las compro en Juchitán”, narró el joven conocido como Mecott.
El tío de este joven es el último talabartero vivo de Ixtaltepec, quien instruye a varios aprendices, entre los que está Isaac, sin embargo, el reposo de un mes tras la operación de uno de los ojos de su padre, los llevó a quedarse en dicho lugar, tiempo que aprovechó para aprender a hacer huaraches.
“Mi tío me enseñó mucho gusto, porque le gusta la artesanía y ya aceptó… duré un mes que fue de finales de noviembre, todo diciembre hasta parte de enero de 2020 (a 2021)… fue todo ese mes que estuve allá”, externó.
Isaac indicó que lo complicado no fue aprender la técnica, sino traducir lo que su tío le explicaba, pues es hablante nativo de zapoteco, como la mayoría de los habitantes de Ixtaltepec.
“Mi tío no habla mucho español y medio entendiéndonos es como logré aprender, ya inicios del año pasado empecé a darle con todo aquí en Coatza, pero ya fue por redes… no he contado los que he hecho, pero en ese mes hice como 24 pares”, mencionó.
PERSONALIZA LOS DISEÑOS
Aunque Isaac tiene plantillas del 22 al 30, prefiere ocupar un corte de suela de caucho para así personalizar los huaraches de acuerdo con la silueta del pie de sus clientes, por lo que le toma hasta un día finalizar un par, pues lo hace con el tejido istmeño.
“Ya tú vienes al taller o al módulo, ahí saco el contorno del pie para trabajar eso y que vaya a la medida…estos diseños son tradicionales, del pueblo, son tejidos y tienen tres correas”, mencionó.
Los costos de este trabajo artesanal van de los 380 a 700 pesos, dependiendo del tipo de diseño que busquen los clientes, pues entre más cerrados sean, más será el costo, aunque también influye si el forro es de res, las correas de piel de chivo y si usan cinta industrial.
“En un principio yo decía que en realidad estaba preservando y dejando esto, ya cuando lo empecé a hacer de manera más formal me di cuenta que es una artesanía, que forma parte de la tradición, que no se ve en esta zona… yo estoy aportando esto a la ciudad, a los que tengan el gusto de querer unos huaraches artesanales”, remarcó.
Ángel Isaac es músico y cantante, vocalista de la agrupación Tercera Raíz, además de estudiar la carrera de diseño gráfico, labora en Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, sin embargo, se da el tiempo de preservar esta tradición a la par que emprende el negocio de la venta de huaraches tradicionales del Istmo de Tehuantepec.
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