Veracruz | 2024-06-03
El tabaco de Veracruz siempre se ha distinguido, hasta la fecha, regiones como San Andrés Tuxtla aun compiten en el mercado internacional con grandes compañías millonarias, pero hubo una época en que Veracruz dominaba el mercado nacional y extranjero.
José de Gálvez, enviado por la Corona española a México en 1761 como Visitador, para organizar las finanzas de la Hacienda Pública, llegó a Orizaba, Veracruz en 1764; y ante los grandes plantíos de tabaco en la región, propuso la creación del Estanco del Tabaco, planta cuyo cultivo, iniciado desde 1750, propició grandes fortunas; pero también severos daños a la agricultura que, ante un masivo monocultivo, permaneció estacionaria.
Los plantíos de tabaco fueron, por muchos años, en Orizaba, pieza fundamental en el engranaje de su economía regional; pues la fabricación de cigarros y puros superó en importancia a su misma industria azucarera.
Hacia finales del siglo XIX existían en Orizaba 5 grandes fábricas de cigarros y puros: El César, El Moro Musa, La Violeta, La Mexicana, y El Progreso. Una de estas cinco fábricas, según José González Sierra, ya funcionaba en la última década del siglo XVII con 355 operarios, de los cuales 195 eran mujeres y 160 hombres.
El César, fue construida en la segunda mitad del siglo XIX, y remodelada a partir del 1 de enero de 1895. Esta fábrica de cigarros, propiedad de Axel Patterson y Cia, fue la más antigua de la República. Sus cigarros y puros elaborados con los excelentes tabacos cultivados en la región de Orizaba, eran conocidos no sólo en todo el país, sino en el mundo entero; pues se exportaban a muchos países del extranjero.
En sofisticada y "moderna maquinaria movida por motores a vapor con fuerza de 28 caballos", noventa operarios trabajaban en la fabricación de puros y ochenta en la de cigarros normales, cabeceados y engargolados.
Sus marcas más renombradas fueron, en puros: "El César, y "La Nueva Serpentina"; y en cigarros: "Los habanos", "La Belleza", "El César" y "María Antonieta". Esta última marca era para señoras y señoritas.
La fábrica "El César" estuvo localizada en la calle principal de Orizaba (Oriente 6) y tuvo una sucursal en la calle de Capuchinas de la ciudad de México.
El Moro Musa, iniciada en 1876 por el señor Germán Moreno pasó a ser propiedad de Villa Hnos. Sucs... Se encontraba, según un periódico de la época, en la Tercera Calle de Reforma, Apdo.3ª (Sur 2) y con 300 tabaqueros producía anualmente 2 millones de cajetillas de cigarros.
La Violeta, propiedad de Maximiliano Hirsch y después del judío alemán Gustavo Mayer, empezó a funcionar desde 1898. Era la fábrica de puros más fuerte; pues su producción anual alcanzaba los 4 millones 800 mil puros, de las afamadas marcas La Violeta, El Sol, Seducción y La Rica Hoja que, además del mercado nacional, se enviaban a Estados U nidos, Inglaterra y Alemania.
Esta fábrica estuvo localizada (según el mismo periódico) en el Callejón Rocha Núm. 1 (Norte 10 entre Oriente 4 y 6).
La fábrica de cigarros El Progreso perteneció a García y Cía. Sucs. y estuvo localizada en la 7ª. Calle de Libertad Núm. 22. (Poniente 7).
La Mexicana, fabricante de puros, tuvo como propietario al Sr. Adalberto Mans y estuvo asentada en la 2da. Calle de Los Dolores Núm. 16.(Oriente 6 cerca del templo).
Para la década de los años 30 ninguna de las antiguas fábricas de cigarros y puros de la región siguió existiendo; pues fueron desplazadas de los mercados nacional y extranjero.
La Violeta, como propiedad de Gustavo Mayer, tuvo otras dos fábricas además de la de Orizaba: una en San Andrés Tuxtla y la otra en Veracruz, para surtir la creciente demanda de sus afamados productos, la Rica Hoja y la Violeta.; pero a partir de 1928, saqueada e incendiada por las hordas carrancistas y con serios problemas que tuvo por largos litigios para liquidar a su personal obrero, cerró para siempre sus puertas el 4 de marzo de 1932.