Coatzacoalcos, Ver. | 2022-04-20 | Sofía Moreno
A seis años de haberse registrado la explosión de Clorados lll, planta de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), no existe un peritaje que públicamente determiné la causa de la explosión donde perdieron la vida 32 personas y 136 resultaron lesionadas el pasado 20 de abril del 2016.
La explosión ocurrió a las 15:15 horas de acuerdo a la información oficial, originándose un fuerte estruendo que cimbro a Coatzacoalcos, Nanchital y varios municipios de la zona sur.
Esa tarde de manera rápida la columna de humo se pudo apreciar desde cualquier punto de la ciudad, dando pie a la tragedia que apenas comenzaba.
De inmediato los cuerpos de emergencia de la zona industrial se activaron y familiares de decenas de trabajadores vislumbraron el peor desenlace, ya que algunos de sus consanguíneos murieron en este terrible hecho.
Tras cumplirse seis años de esta tragedia, la coordinadora de la defensa de Petróleos Mexicanos (Pemex), hizo un llamado a las autoridades para que se deslinden responsabilidades y pongan mayor atención a los problemas que se registran en la industria.
“En el marco del sexto aniversario luctuoso de la explosión de Clorados III, demandamos a Petróleos Mexicanos y al gobierno Federal y escuchar la voz de los petroleros, la nueva y vieja gerontocracia en Pemex debe escuchar a los trabajadores democráticos, primero ejecución del presupuesto anual para el mantenimiento, la reparación del complejo petroquímico pajarito, alto al outsourcing y desplazamiento de mano de obra calificada en petróleos mexicanos, reparación inmediata de la red de contra incendios del complejo petroquímico cangrejera e integración de plantas para la producción de gasolinas”, expresó Mario Díaz Ortega, responsable de difusión de la organización.
También solicitaron que haya remediación en el impacto ambiental, ya que en junio del 2016 organizaciones ambientalistas como Greenpeace, presentó los resultados del análisis de las muestras de agua y suelo que recolectaron durante los días 23, 24 y 25 de abril del 2016.
“De las 10 muestras tomadas, la que arrojó resultados más alarmantes de presencia de tóxicos es precisamente la del agua proveniente de Pajaritos, se encontraron etanos clorados, etanos clorados, y metanos clorados, así como bencenos clorados. Además, contiene una amplia gama de químicos orgánicos semivolátiles.
De las distintas sustancias, el químico más predominante es el Dicloruro de Etileno (EDC, por sus siglas en inglés) (2), sustancia catalogada como posible cancerígeno por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y los servicios de salud de los Estados Unidos. Las concentraciones halladas de EDC superan de 10 a 28 veces los límites que establecen Estados Unidos (3) respecto a las aguas residuales que vierte el sector de los plásticos”, detalló en un comunicado.
Familiares de las víctimas que perdieron la vida durante esta explosión los recuerdan, año con año con amor y reconocimiento, ya que todos salieron de su vivienda a cumplir con una jornada laboral que se volvió en la peor tragedia que pudieron imaginar.