Xalapa | 2022-04-27 | Jesús Ruiz
La principal línea de investigación del asesinato del periodista veracruzano Miguel Ángel López Velasco, conocido como “Milo Vela”, está relacionada con el crimen organizado, aunque no se descarta la participación de policías estatales.
Esto lo señaló Laura Borbolla Moreno, extitular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE).
Al presentarse en las audiencias que el Tribunal de los Pueblos por el Asesinato de Periodistas lleva a cabo contra el gobierno mexicano y veracruzano desde este martes, la exfiscal señaló que la indagatoria de la Fiscalía Especializada arrojó que “un grupo táctico con cierta forma de ejecución tipo policial o de un entrenamiento con esas características” fue el que irrumpió en el domicilio del periodista para ejecutarlo.
Indicó que era el año 2012, y la entonces Procuraduría General de la República (PGR) tenía identificados a grupos de la delincuencia organizada que se “peleaban” el territorio.
Además de la incorporación a estas filas de elementos policiacos, situación que al ser revelada por el periodista prácticamente lo dejó en fuego cruzado.
“La sospecha que había es que una persona que había sido mando policial había migrado a trabajar a uno de estos grupos y fue expuesto de manera velada por Miguel y que entonces a eso obedecía el tema”, dijo.
Sin embargo reconoció que nunca se logró establecer el nexo causal entre las sospechas de la autoridad y la muerte de Milo Vela, para llevar a este sospechoso a proceso.
Posteriormente, informes de la autoridad revelaron también que este exmando migró a otro estado y luego le perdieron la pista, esfumando con ello la posibilidad de seguir la indagatoria.
Borbolla Moreno sentenció que si bien no puede señalar la participación del gobierno en este homicidio, sí es claro que hubo participación desde dentro de las corporaciones policiacas, pues los integrantes del crimen organizado sabían el funcionamiento de estas y viceversa.
“Había mucho desaseo en el estado, tratando siempre de aparentar que no pasaba nada, que todo estaba en orden y calma, pero los mensajes -del crimen organizado- estaban muy a la mano”, acotó.
Agregó que durante su paso por la FEADLE y las intervenciones que tuvieron en Veracruz, estas se distinguieron por diversas situaciones de amenaza y riesgo, que si bien se replicaron en otras entidades, Veracruz fue un caso particular. “El ambiente siempre fue muy hostil”.
Sin decir nombres, indicó que el secretario particular de un exprocurador de Veracruz también amenazó a los fiscales diciendo que las carreteras de la entidad eran muy accidentadas, por lo que debían irse “con cuidado”.
“¿Cómo tomo eso? ¿De recomendación? Era ese el estilito, por eso digo que era muy hostil porque no sabías si te los estaban diciendo de buena lid o era una amenaza velada de algo les puede pasar si siguen viniendo”, reveló.
Recordó también que, en una diligencia en Tuxpan, presuntos integrantes del crimen organizado atacaron el hotel donde se hospedaban, asumiendo que por ser de la entonces PGR, necesariamente eran de la unidad de combate a las drogas.