Xalapa | 2021-03-28 | Jesús Ruíz
Debido a la parálisis en la economía, en el estado de Veracruz al menos ocho de cada 10 alumnos desertaron de universidades particulares, reveló el presidente de la Federación de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Arturo Mattiello Canales.
Refirió que dicha reducción a la matrícula produce una incertidumbre al sector de la educación privada, toda vez que los directores o rectores de las escuelas desconocen si la afluencia de los alumnos se regularizará.
“Hemos observado una deserción escolar; de los chicos ya no sabemos si van a regresar a las actividades educativas o no y esto ha ocasionado una enorme cantidad de bajas”.
Si bien la baja en la matrícula universitaria en el estado de Veracruz es de 80 por ciento, en promedio el descenso rebasa el 50 por ciento tanto en lo estatal como en lo federal.
“No tenemos una cifra exacta de despidos pero en todas las universidades privadas hemos tenido que recurrir a recortes de personal derivado de la problemática económica y esto afecta a los maestros de manera particular, también a los administrativos y a quienes trabajan en intendencia porque no hay ingresos por la vía de colegiatura y no se puede sostener la nómina porque los gastos siguen corriendo, como luz eléctrica, agua y la renta. No hay ingreso que compense esto y las universidades deben recortar personal hasta que se quedan con el mínimo indispensable”.
El dirigente enfatizó que dicha situación se refleja por igual en todo el estado de Veracruz; ante dicho fenómeno las escuelas particulares solicitaron a la Secretaría de Educación de Veracruz regresar de manera paulatina a las actividades académicas.
“Esto mediante actividades extraescolares, en temas culturales, deportivos, conferencias de manera presencial pero con cupo limitado, no a salones llenos, sino a áreas preferentemente al aire libre o auditorios grandes en donde se pueda estar al 30 por ciento de su capacidad para evitar contagios”.
En todo caso, recalcó que el secretario de Educación, Zenyazen Escobar, dialogó con directores de los planteles para contar con todas las medidas de seguridad “y que a la brevedad podamos regresar a las aulas”.
“Las escuelas no somos el centro de contagio. El problema no es cuando se dé el reinicio de clases, sino la mayor movilidad urbana porque se vuelve a disparar la curva de contagios; es un problema de salud, no educativo, (…) Estamos ya listos, tenemos túneles sanitizantes, tapetes, gel, cubrebocas, nosotros podríamos regresar mañana pero el problema radica en que se podrán disparar los nuevos contagios porque produce una mayor movilidad”.
A lo anterior previó que después de Semana Santa se experimente una tercera ola de manera similar a Europa y solo así, se proyectará regresar a clases, probablemente antes del otro ciclo que inicia en agosto y, de preferencia, con los trabajadores de la educación vacunados.
“Antes de agosto lo veo muy complicado, posiblemente en julio podría hacerse de manera parcial, retomando algunas actividades académicas pero el arranque definitivo sería en el siguiente ciclo escolar”.
Enfatizó que el tema de la deserción afecta a todos los niveles de educación y el problema radica en parte en la falta de tecnología por parte de alumnos y de instituciones públicas.
“Las transmisiones en televisión si bien han funcionado en otros países, como en el caso de Inglaterra, a través de la BBC, en México no tenemos ese hábito de estudiar con la información que nos transmiten desde la televisión. Los chicos están muy involucrados en clases a través de internet, pero no todos los muchachos tienen la posibilidad de conectarse a una red porque algunos viven en lugares alejados, además requieren una laptop o un teléfono inteligente con las características para establecer una conexión de video”.
Destacó a la vez que muchos estudiantes carecen de la capacidad financiera para contar con las herramientas tecnológicas, dado que muchos carecen de los servicios de agua y en esos lugares no se sintonizan las transmisiones en línea o las clases a través de la pantalla de televisión.
“Y ahí se verán los cuellos de botella, son los muchachos que se dan de baja; hay familias que perdieron su fuente de ingresos y ellos tienen que entrarle al tema laboral para hacerse de recursos. Debemos esperar una caída matricular muy fuerte cuando reinicien las actividades educativas y tendremos que trabajar mucho para que los chicos que se fueron regresen y en regularizar los estudios de todos cuando se reincorporen porque es un año perdido en temas de información”.
Confió que antes de agosto se desarrollen dos meses de recuperación de conocimientos y así en agosto, con el nuevo ciclo, las escuelas particulares cuenten con condiciones de entender la nueva información que se les está brindando en los planteles educativos.
“La educación que nosotros vemos venir es una educación híbrida, presencial y no presencial, algunas clases se darán a distancia y otras en presencia. Sí hay disposición de las autoridades, pero se necesita que todas las instituciones educativas, públicas y privadas, demuestren tener la capacidad para poder impartir clases a distancia (...) habría que hacer un análisis institución por institución para determinar cuáles sí pueden seguir trabajando de manera dual y cuáles tienen que regresar forzosamente a clases presenciales”.