Cosamaloapan | 2024-02-19
En el marco del Día Internacional del Síndrome de Asperger, en el municipio de Cosamaloapan, se realizó una caminata por las principales calles con el fin de buscar crear conciencia en la población sobre como fomentar la empatía y la inclusión en la sociedad.
Marcha convocada por la asociación civil Casa Azul Cosamaloapan, que encabeza Zuney del Carmen Rosario Ramírez, siendo apoyados por Tránsito del Estado y el Servicio de Atención Medica de Urgencias (SAMUV) quienes los resguardaron durante todo el recorrido.
La Lic. En Psicopedagogía Zuney del Carmen Rosario Ramírez refirió que el Síndrome de Asperger está considerado dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), que afecta la forma en que las personas interactúan y se comunican con los demás.
Explicó que el Asperger es un trastorno del neurodesarrollo, el cual afecta la forma en que las personas interactúan y se comunican con los demás, lo que provoca conductas poco adaptativas y dificultades para desenvolverse, donde a la persona se le hace difícil encajar y entender los protocolos de la sociedad.
Fue por ello que madres de familia, abuelos y también maestros, hicieron una marcha por calles de Cosamaloapan, acompañados de sus niños y niñas, para hacer consciencia entre la gente sobre el trastorno del espectro autista, o síndrome de Asperger.
Los padres y madres de familia se organizaron para llevar playeras alusivas a la situación de autismo que viven sus hijos, y mantas, una de la telesecundaria Cipriano Villasana Jiménez, y repartieron hojas con ficha explicativa, especificando que con amor e información se logra la inclusión de sus hijos.
Zuney Rosario señaló que algunas características de este trastorno son retrasos en la motricidad, problemas para comprender los sentimientos propios y de otras personas, dificultad de entendimiento del lenguaje corporal, movimientos repetitivos, intereses específicos y a veces obsesivos, deseo de estar solos, rutinarios, dificultad para hacer amigos y nerviosismo en grupos sociales grandes.
Este trastorno es más frecuente en niños que en niñas y es diagnosticado principalmente en una etapa escolar, entre los 3 y 11 años