Cada vez más se encomiendan a la Santa Muerte durante pandemia

Coatzacoalcos - Minatitlán - Sur | 2021-09-17 | Amayrani Abad Medina


En tiempos de pandemia, el culto y la adoración a la Muerte ha crecido aceleradamente, los ciudadanos se han vuelto creyentes y sus principales peticiones son por la salud, trabajo y protección, expresó Guadalupe Gallardo Prado, sacerdotisa de la casa de oración de Coatzacoalcos.

A sus 75 años Guadalupe es la responsable de esté "templo" o vivienda ubicada sobre la calle Díaz Mirón esquina Reforma donde a simple vista se observa una enorme colección de aproximadamente 300 imágenes de todo tamaño y colores, mismas que están vestidas con atuendos de colores y muy bien acomodadas rodeadas de ofrendas y veladoras llevadas por sus oradores.

En este lugar antes de la pandemia se reunían a rendir culto decenas de ciudadanos incluso hasta políticos, aseguró la señora Guadalupe, ahora lo hacen desde sus hogares para evitar contagios de Covid-19.

Guadalupe aseguró que en estos tiempos la adoración por parte de los ciudadanos ha crecido cada día más incluso afirmó que niños ya adoptaron esta doctrina sin temor.

" Ella te concede lo que le pidas, pero no le ofrezcas lo que no le puedes dar, porque si no puedes ella se enoja, aquí vienen muchas personas a prometer y yo les digo que se lo tendrán que cumplir o mejor no lo digan”, comentó.

Reiteró que mantener una casa de oración representa un enorme gasto pues siempre debe haber velas encendidas y ofrendas que ella debe costear por lo que pidió a sus seguidores apoyar y no dejar de lado sus promesas.

SU DEVOCIÓN NACIÓ CUANDO ERA UNA NIÑA

Desde que era una niña Guadalupe Gallardo Prado supo que debía ser adoradora y fiel creyente de la Santa Muerte, a quien aseguró le debe su salud.

Relató que en su infancia sufría una enfermedad desconocida pues siempre padecía de frío, falta de apetito y tristeza sin que los médicos pudieran hacer algo al respecto, por lo que su madre recurrió al apoyo de está venerada imagen.

" Aunque hubiese calor yo siempre tenía frío, me tenían que tapar con una cobija, entonces una anciana le dijo a mi madre que me trajera con un curandero a Catemaco y cuando llegamos una persona dijo que no me podían atender, pero él salió y pidió que me pasarán dentro de la casa, estando ahí sentí que era mi hogar que ahí pertenecía", dijo.

Su madre era creyente de las fuerzas misteriosas, mientras que su padre fiel católico por lo que su adoración a la Santa Muerte debía ser un secreto. 

Fue hasta los 15 años cuando su padre falleció y sin miedo a las críticas y rechazo mostró su devoción a su "patrona", como también le hace llamar.

" Yo me habría hacer su más fiel devota de ella, es mi madre, todo lo que tengo en la vida, me ha dado todo, mi familia se alejó de mí porque son de la religión y me rechazan, pero eso a mí no me interesa porque ella para mí es una deidad muy hermosa", comentó.

Su veneración a esta imagen la ha mantenido en el exilio de su familia y vecinos quienes la rechazan y la tachan de bruja, pero esto no le interesa.

Finalmente reconoció que hasta su último suspiro seguirá creyendo en la muerte.

Es preciso mencionar que quiénes deseen entregar una imagen o renunciar a esta creencia pueden acudir a la casa de oración a dejar sus figuras de lo contrario podrían parecer graves consecuencias

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