Orizaba | 2021-10-25 | Nora Gabriela Lira
Todos los días, 32 niñas de entre 10 y 14 años están de parto, lo que representa que ni aún en sus casas están seguras y que ahí están sufriendo violencia, indicó Karla Micheel Salas Ramírez, abogada y especialista en violencia de género, durante su participación en el primera Jornada sobre Género: pandemia y violencia, webinar organizado por la Universidad Veracruzana Orizaba-Córdoba.
Al dar su ponencia “Situación de la violencia contra las mujeres en el contexto de pandemia por COVID-19”.
“Si algo ha dejado claro esta pandemia es que ha dejado visible otra pandemia que ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud, que es justamente las violencias en contra de las mujeres y las niñas”, indicó.
La licenciada en derecho por la UNAM y con varias maestrías, mencionó que al revisar los datos se observa que el presidente de la República, la secretaria de Seguridad Pública y las Fiscalías en los estados han reconocido que en lo que va de la pandemia hubo varios delitos que disminuyeron, pero otros no lo hicieron y se incrementaron.
Agregó que los datos reconocidos por las autoridades y organismos internacionales como ONUMujeres, marcan que cada día son asesinadas 10 mujeres y niñas, muchas de ellas por razones de género y otras por circunstancias no aclaradas pero que se presume lo mismo.
Consideró que esa es una situación catastrófica, pero además de esa violencia feminicida, también hubo un incremento en la violencia sexual, lo que representa que las mujeres y niñas no sólo no están seguras en el trabajo, en espacios públicos y en otras áreas, sino que tampoco lo están en sus casas, que paradójicamente debería ser el más seguro.
Abundó que resultado de ello es que diariamente hay 32 niñas entre los 10 y 14 años que están teniendo un parto, es decir que el embarazo infantil es otro fenómeno que se incrementó en la pandemia y que representa que esas niñas no tuvieron acceso a un aborto legal y seguro y fueron colocadas en una situación de mayor riesgo al obligarlas a parir a pesar de que su embarazo fue producto de violencia sexual.
Esas cifras dolorosas, remarcó, se traducen en mujeres y niñas que han visto truncadas sus vidas por la violencia sufrida particularmente en sus hogares.
Indicó que durante un evento, la relatora de la ONU fue cuestionada sobre el por qué los hombres golpean y violentan a las mujeres, y la respuesta de Rashida Majoo fue “porque pueden”.
La especialista destacó que hay una cultura que normaliza la violencia contra las mujeres, no hay un marco jurídico adecuado para la atención a esta problemática y porque las mujeres no conocen sus derechos, pero también porque se olvida el ciclo de la violencia.
Sin embargo, agregó, durante la pandemia en los juzgados y tribunales no se tomaron las medidas para salvaguardar los derechos de niñas y mujeres y las dejó en una situación de indefensión que se agudizó, mientras que el Estado no ha tomado en sus manos las riendas para solucionar esa situación y sigue sin asumir que esa violencia es prevenible y sancionable.
Agregó que mientras exista violencia, no se logrará la igualdad de género.