Golea Rumania a conjunto ucraniano en la 'Euro'

Golea Rumania a conjunto ucraniano en la 'Euro' y es líder del Grupo E de la competencia en tierras teutonas

Alemania | 2024-06-17

La selección de Rumania reencontró este lunes la victoria en la fase final de la Eurocopa 24 años después, con un triunfo en Múnich por 3-0 contra Ucrania.

A la que primero aplacó y después doblegó con rotundidad, entre dos fallos de Andriy Lunin, sendos tiros lejanos de Nicolas Stanciu y Razvan Marin y el tercer gol dentro del área de Dragus.

Desde el principio aplacó el ánimo de Ucrania. La esperó, la contuvo y la ganó terreno instante a instante. La controló y provocó sus errores. Al primero más visible, lo aprovechó.

El lío lo inició Zabarnyi. Su cesión atrás, con una presión tan encima, no fue una buena idea. La calma con la que se lo tomó aún peor. El fallo, completo, fue de Lunin: despejó fatal.

Su defectuoso derechazo cayó en los pies de Denis Man, que lo cedió de inmediato a Stanciu. Su golpeo fue extraordinario.

Por ejecución, potencia, precisión, sorpresa y resolución. Un golazo desde fuera del área, diagonal, a la escuadra, una parábola imposible para el portero del Real Madrid, víctima del error precedente. Porque el tiro era imparable.

Segundo lapso

No lo fue el segundo gol. En un contragolpe, ya en el segundo tiempo, el balón suelto le quedó a Razvan Marin, que conectó un tiro más que atrapable para Lunin. Debía haber sido suyo. No debía haber sido gol.

No lo alcanzó el portero ucraniano, rostro serio, apesadumbrado, demasiado inseguro. Entre ambos goles, su anticipación en un saque de esquina pudo ser otra concesión.

El 3-0, incluso aún antes de la hora de partido, con el desborde sencillo del extremo Man -de los mejores, sino el mejor, del encuentro, con participación en cada uno de los goles-.

Y el remate dentro del área pequeña, solo, sin oposición de Dragus, fue la confirmación absoluta de todo lo que se veía sobre el terreno, sin una sola ocasión de verdad de Ucrania, contra las cuerdas en el grupo E, devorada por la exigencia de la Eurocopa y dos fallos de Lunin.

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