Deportes | 2019-03-31 | Agustín Gálvez
K.O. Lima Lama
La planificación deportiva deberá escribirse sobre bases científicas. A partir de las etapas de adquisición, estabilización y pérdida, los entrenadores han elaborado sus períodos de entrenamiento en forma rigurosa y sistemática.
El modelo tradicional que divide al calendario competitivo en el entrenamiento en mesociclos y microciclos permite al entrenador llevar un control detallado de sus entrenamientos, convirtiéndose así en una pieza fundamental en el ensamble del rendimiento deportivo de sus peleadores.
Bajo la idea de concentrar y acentuar las cargas, aprovechando mejor el tiempo y adaptándose al calendario competitivo, nació la idea del ATR. Y se designó a los ciclos de entrenamiento un nombre acorde a sus objetivos:
(A) Acumulación.
(T) Transformación.
(R) Realización.
En la parte de acumulación, el entrenador busca sentar las bases del rendimiento deportivo. Puede trazarse un paralelismo con el período preparatorio de la planificación tradicional. Suele ser el momento empleado para el trabajo de fuerza máxima en combinación con entrenamientos aeróbicos. También pueden hacerse ajustes desde el desarrollo de la hipertrofia.
En la parte de transformación, el trabajo se vuelve más específico y las capacidades condicionales ya no se trabajan desde las bases, sino desde sus correspondientes vertientes. El entrenamiento de fuerza se orienta a la potencia mientras que el de resistencia se orienta a mejorar la transición anaeróbica-aeróbica. Aparecen trabajos técnicos y tácticos específicos y su integración con el componente físico.
En la parte de realización, se llevan a cabo trabajos en base a lo conseguido optimizando los efectos del entrenamiento. El trabajo se vuelve más integral, al tiempo que los ejercicios técnico-tácticos recobran protagonismo. Es el período indicado para explotar la velocidad.
La planificación moderna del entrenamiento presenta una serie de características que la distinguen claramente de la planificación tradicional:
1 El entrenamiento diario se enfoca en una o dos capacidades específicas.
2 Los mesociclos van de 14 a 18 días, lo justo como para producir una adaptación exitosa.
3 Las cargas de entrenamiento son concentradas, lo cual permite un mayor control y una mejor organización.
4 Permite mantener un nivel alto de exigencia por más tiempo.
5 Sus efectos son casi inmediatos.
Si bien hemos dicho que la duración promedio va de 14 a 18 días, no hemos explicado su razón de ser. La elasticidad de los mesociclos está determinada por la concreción de los objetivos. Por tal motivo, el entrenador puede agregar ciclos (o quitarlos, si acaso la planificación ya estaba escrita) cuando observe que la adaptación buscada se presenta más tarde o más temprano. Así, puede planificar dos ciclos de acumulación si piensa que uno solo no es suficiente, o puede quitar uno si observa que se han alcanzado los objetivos antes de lo propuesto.
Finalmente no olvidemos que se trata de un complejo sistema de planificación del entrenamiento, lo ultimo hoy en el entrenamiento deportivo muy difícil de poner en marcha y muy difícil de sostener por el gasto físico que representa. Sólo cuando hayamos conseguidos entender los fundamentos de la planificación tradicional y contemos con un grupo experimentado de peleadores, con peleadores altamente calificados, física y técnicamente podremos poner en marcha un Modelo ATR. Hasta entonces, sigamos el entrenamiento ya comprobado.
Un recuerdo de mi infancia, con algunos entrenadores que conocí en su tiempo, se desempeñaban de una manera tradicionalista y a veces hasta casi empírica, es decir, - yo te entreno como recuerdo que me entrenaron a mí - hoy en día, las ciencias auxiliares del deporte, y la evolución misma de nuestros deportes, han tenido un significativo avance en la educación deportiva científica y sistemática.
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