VOTAR ENTRE BALAS

AL PIE DE LA LETRA

| 2024-05-31

Por supuesto que esta sucesión presidencial no es como la de 1928, cuando fue asesinado el general Álvaro Obregón, recién electo; tampoco se puede comparar con la de 1994, marcada por el levantamiento en Chiapas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el crimen del candidato priista a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Murrieta, y la ejecución del ex gobernador guerrerense Juan Francisco Ruiz Massieu, el secretario general del CEN del PRI que se perfilaba para ser líder de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión; sin embargo, la actual administración del presidente López Obrador, que culminará con las votaciones del próximo domingo, está por pasar a la historia nacional como el de mayor violencia política.

De acuerdo con el micrositio "Votar entre balas: Entendiendo la violencia político-criminal en México", creado por Animal Político, Data Cívica y México Evalúa, de 2018 a 2023 se observaron cerca de 836 ataques directos del crimen organizado a funcionarios, candidatos y militantes de partidos políticos, además de cientos de ataques adicionales dirigidos a integrantes de fuerzas del orden y familiares de funcionarios, casi el triple de los 311 contabilizados de 2006 a 2012, en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón.

En cuanto al tipo de agresiones, los asesinatos son el evento más frecuentemente registrado por Votar entre Balas, con el 60% de la totalidad de los ataques capturados en la base. Le siguen los ataques armados (18%), amenazas (8%), secuestros (7%), atentados (6%) y desapariciones (2%).

Sobre la frecuencia, en el periodo 2018-2023, mensualmente fueron atacadas, en promedio, 11 personas de la esfera política: cuatro funcionarias públicas y siete integrantes de cuerpos de seguridad, puntualizándose que estos últimos recibieron ataques de manera directa, fuera del contexto de enfrentamientos entre grupos criminales y fuerzas del orden.

El 25% de las víctimas de ataques se concentran en administraciones morenistas, dado que es el partido que más ayuntamientos ganó en las elecciones de 2018 y 2021. El grupo de oposición PAN, PRI, PRD –que han competido en coalición en la mayoría de los municipios– concentra más del 40% de los ataques. Llama la atención el caso del PRD: a pesar de que alcaldes del partido del sol azteca gobernaban sin coalición sólo el 2% y 3% de los municipios en 2018 y 2021, respectivamente, su porcentaje de víctimas es mayor.

De todas las víctimas candidatas o funcionarias —incluyendo el área de seguridad— registradas entre 2018 y 2023, el 77% corresponden a puestos en el ámbito municipal. Este hallazgo reitera que, a pesar de que la estrategia de combate al crimen organizado la encabeza el gobierno federal, el interés de las organizaciones criminales está en el nivel local.

El más reciente crimen de José Alfredo Cabrera Barrientos, candidato del PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Coyuca de Benítez, Guerrero, ejecutado este miércoles en su cierre de campaña, así lo confirma. Doce días antes, el 17 de mayo, su candidato a regidor, Aníbal Zúñiga Cortés, fue encontrado descuartizado junto con su esposa Rubí Bravo Solís en el puerto de Acapulco.

Tras este hecho violento, el empresario constructor y candidato a alcalde había solicitado mayor resguardo de elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal, Ministerial, de la Marina y contrató escoltas de seguridad privada.

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