Vivir como rey en la cárcel

Veracruz | 2021-01-15 | Maquiavelo

El presidente López Obrador dio a conocer el millonario negocio de los reclusorios privados que eran manejados por empresas particulares en una sucia componenda arreglada por el entonces presidente panista Felipe Calderón y su secretario de seguridad Genaro García Luna.

Eran contratos de miles de millones de pesos para atender a personas libradas de su libertad que supuestamente para su mantenimiento el gobierno tenía que pagar como si vivieran en un hotel de cinco estrellas ya sea que estuvieran llenas o semivacías las cárceles. El cobro era total como si estuvieran saturadas.

Lo interesante es cuando se den a conocer los nombres de los dueños de estas empresas a miembros de la clase política, --los cuñados del expresidente Carlos Salinas de Gortari--, y el dueño de un medio de comunicación Olegario Vázquez Raña de Excélsior y como socio minoritario el columnista que consiguió la prebenda, a todos ellos se les asignaron de manera directa estos contratos por varias décadas.

Al correrse el telón de la corrupción de los pasados gobiernos neoliberales se empiezan a conocer los motivos económicos de quienes están detrás de los furibundos ataques periodísticos en contra del presidente López Obrador y el bullying de burla que le hacen al gobernador veracruzano Cuitláhuac García, funcionarios que buscan la cuarta transformación del país.

Los que están bien enojados son los exgobernadores y funcionarios del PRI, como Javier Duarte que tiene que pagar fuertes sumas de dinero para ser atendido en su celda, a lo que estaba acostumbrado en la Casa Veracruz, cuando es gratuito en estos reclusorios privados.

La feroz disputa por el puerto

Se complicó la alianza tripartita que solo tenían como candidatos a los panistas Bingen Rementería y Miguel Yunes, cuando el PRI quiere que repita Carolina Gudiño para enfrentar a Morena con un renuente diputado federal Ricardo Exsome.

Para todos los partidos políticos y en especial para sus dirigentes nacionales, como para el gobierno de García Jiménez no contar con el ayuntamiento del puerto de Veracruz, que es la joya de la corona de estos comicios intermedios, es como si hubieran perdido las elecciones y para algunos aspirantes verían cancelada la posibilidad de participar para gobernador en el 2024.

Considerar el puerto como feudo de los mochos panistas es realmente la peor ofensa al alma y espíritu bullanguero del jarocho.

Todos se sienten con derecho

En la cuenca del Papaloapan existe un desconcierto sobre los candidatos de Morena para los diferentes cargos políticos que estarán en juego el primer domingo de junio del presente año. Aseguran que se presentó un elevado funcionario del gobierno del estado, que presume ser originario de la región y les levantó en cada municipio a varios aspirantes la mano, cada uno de ellos se consideró que era el ‘bueno’ ya que ya contaban con la bendición del gobernador Cuitláhuac García por la cercanía del servidor público con el gobernante.

Ahora, nadie sabe quién será el real candidato ya que todos se sienten con derecho.

Entre los que figuran fuerte el hijo de Cheo Bravo por la alianza tripartita y un hijo de Pepe ‘güero’ Chiunti por Movimiento Ciudadano, ambos con posibilidades para gobernar Cosamaloapan, que es de los municipios importantes y que tiene un gran futuro por los recientes descubrimientos de yacimientos de petróleo y por el progreso alcanzado por la gestión del alcalde Raúl Hermida, quien transformó la ciudad.

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