Veracruz | 2020-05-19 | Rafael Arias
La reacción y espíritu de lucha no se hacen esperar. El pasado 14 de mayo, se reunieron autoridades federales y organizaciones sindicales, representadas por la Sub-Secretaría de Educación Superior federal y organizaciones sindicales universitarias el país, encabezadas por la CONTU.
Antes, durante y después de la reunión, queda bien claro que en todo caso y momento, los derechos y libertades universitarias se sostienen, buscando y construyendo soluciones apropiadas, bajo la disposición y flexibilidad del dialogo institucional y sindical.
Ante una notoria y creciente crisis económica y financiera, que pone en riesgo, existencia y funcionamiento, de mucho del aparato institucional gubernamental. La búsqueda de soluciones caracteriza el esfuerzo conjunto.
Representaciones de universitarios, escuchan información y posición del gobierno federal; y por su parte, encabezados por Enrique Levet, organizaciones exponen sus problemas y preocupaciones, e insisten en analizar y atender, a cuando menos 11 Universidades en crisis o quiebra financiera, que tiende a agravarse; y también, se alerta que la afectación potencial amenaza y afecta a todas, de una y muchas formas.
De pandemias y realidades
La crisis de salud, propiciada por el COVID-19, junto con otras, ocasionadas por viejos y nuevos padecimientos, pone en riesgo la existencia misma de los seres humanos, a quienes exige la debida y puntal atención; sometiendo a trabajadores, profesionales e instituciones públicas y privadas, a singulares esfuerzos; y, en especial, pone a prueba a las dependencias oficiales a cargo, y a los mismos gobiernos, mostrando su ineludible responsabilidad y capacidad, así como su cumplimiento y efectividad.
Pertinente exigir que, todos y cada uno de los servicios públicos básicos, se evalúen siempre ya que, con frecuencia, está en juego la vida misma de las personas.
En todos, es determinante la forma, calidad y oportunidad, con la que se ofrecen y la buena disposición con la que se atiende al público en general.
Los resultados y sus costos hablan por sí mismos.
Ahí quedan demagogia, grilla, entretenimiento y distracción de la política y los políticos; ahí quedan promesas, buenas intenciones.
Por lo pronto, en Salud, son los hechos y resultados obtenidos, los que hablan por sí mismos.
Ni olvidar o minimizar, porque deben atenderse las exigencias en conocimiento, capacidad y profesionalismo; el insuficiente personal (por cierto en muchos casos, mal pagado o retribuido); y también, la falta de equipo, espacios, instalaciones y materiales apropiados. Insuficiencias del sector salud gubernamental, que requieren de atenciones y soluciones.
Ante este enorme y complicado conjunto de aspectos, relaciones y determinaciones de la cuestión de la salud y de otros asuntos públicos, es oportuno insistir y señalar, la enorme importancia y trascendencia que tiene, contar y disponer, del conocimiento y capacidad apropiados, actualizados y suficientes.
Saber es poder. Contar con ese conocimiento, aplicarlo y desarrollarlo, facilita enfrentar y superar, cualquier problemática en cuestión. Y este es, precisamente uno de los objetivos centrales de toda Universidad Pública, atender bien y puntualmente su responsabilidad social; y, al mismo tiempo, apoyar y contribuir, a lograr superar y resolver problemas.
La Universidad es espacio abierto, libre y creativo. En el que diálogo y debate, aplicación e investigación, fortalecen extensos y fructíferos campos de enseñanza y aprendizaje, comunicación y educación, reflexión y comprobación, creación e innovación.
Universidad pública y su trascendencia
Así que, ante el notorio debilitamiento económico y financiero de las instituciones gubernamentales, ante pobreza y hambre, marginación e inseguridad pública crecientes, es preciso actuar con responsabilidad y promover, la unificación de esfuerzos, a partir del conocimiento objetivo de problemas y nueva realidad, así como viabilidad y pertinencia de las soluciones propuestas.
Para empezar, ¿Cómo se van a manejar, los conglomerados y concentraciones, que caracterizan las actividades universitarias? ¿Qué tipo de reuniones, proximidades e interacciones, son confiables y seguras?
Respecto a otros temas, de importancia, tanto interna como externa a toda Universidad, ¿Qué se va a hacer?
Sin duda, se espera mucho de las Universidades que, respecto a su interior y en pleno uso responsable de su autonomía, tienen que revisar, ajustar y actualizar estructuras y funciones; así como, planificar y prever atención y solución, a retos y problemas que ya se empiezan a padecer o hacer presentes.
Y en cuanto, a su exterior, ineludible y prioritariamente, deben atender su responsabilidad social, involucrándose y participando en los asuntos públicos, necesidades sociales y conflictos o problemas que exijan mayor conocimiento, especialización y capacidad, para elaborar o contar, con más y mejores alternativas o propuestas de solución y atención, a las múltiples problemáticas existentes y por venir. Alternativas y propuestas viables, accesibles y confiables.
Oportunidad abierta de sumarse y favorecer el esfuerzo de la comunidad universitaria, que día a día contribuye con su trabajo y entusiasmo, a consolidar los pocos o muchos logros y avances; a corregir cuanto antes, desviaciones y abusos, pérdidas y errores que, sin duda, persisten; y también, a evitar mayores extravíos y retrocesos, sobre todo por irresponsabilidad o negligencia, ineficiencia o delincuencia.
La Universidad Pública, no pertenece a persona, familia o grupo, ni es exclusiva de una ideología, corriente científica o estilo artístico. No es empresa privada, ni debe ser fuente de negocios turbios, beneficios ilegales o privilegios indebidos.
Para su desempeño, ciudadanía y sociedad, le destinan y confían recursos públicos y atribuciones consignadas en diversas leyes. Origen y destino.
Toda Universidad está obligada a tener siempre, no solo una vinculación parcial, esporádica y ocasional, sino indisoluble y obligatoriamente, asumir y desempeñar una responsabilidad social integral y permanente; un compromiso social y legal, que demanda esfuerzo máximo, debiendo organizarse y administrarse para funcionar lo mejor posible, y entregar buenos resultados.
Por eso a la autonomía hay que fortalecerla, democratizarla y modernizarla. No inmovilizarla, ni mutilarla, para la protección de intereses y privilegios de unos cuantos; ni reducirla, concesionarla o fragmentarla; mucho menos condenarla a mediocridad y conformismo, perversidad y simulación.
Complicados y difíciles, los escenarios futuros, para la Universidad Pública. En algunos estados más que en otros, crisis de toda índole están y estarán presentes; se enfrentan con más o menos ventajas, dependiendo de la situación de cada institución.
-Academico.IIESESUV
@RafaelAriasH
Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH