Veracruz | 2023-06-07
El mejor conocedor de la compleja y muy complicada por sus grandes variantes de la ciencia del quehacer político en México es el presidente Andrés Manuel López Obrador, una persona que conoce a fondo desde la raíz como se debe trabajar bajo presión en esta actividad donde se decide el destino de un país. Un político que naciera dentro del PRI liberal de antaño más inclinado hacia la izquierda con presidentes de la estatura de Adolfo López Mateos que se opusieron a los ordenamientos emanados desde Washington para que todas las naciones del continente americano rompieran con Cuba y el gobierno de México se mantuvo firme de acuerdo a sus convicciones y principios de la soberanía de cada país.
Una persona amiga del presidente de México le pidió que la orientara para no equivocarse sobre quien sería la persona que lo sucediera y la respuesta fue muy clara, la solución las encuentras en las señales que trasmito y que no cambian.
No dio ningún nombre, pero se pueden remontar al sucesor en el gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard Casaubon o la persona que asumió su papel cuando estuvo enfermo, Adán Augusto López, son los dos personajes que han actuado cuando se retira de manera temporal, como para someterlos a una sólida prueba sobre su salida del gobierno federal y dedicarse a otra cosa muy diferente a su vida política para enfocarla a su pasión de escribir en la soledad de su rancho bautizado de manera muy peculiar.
Como simple especulación Luis Echeverría desde el día que asumió la presidencia de la República ya tenía en mente la persona que lo sucedería y primero lo colocó en un puesto modesto dentro de la secretaría de Patrimonio Nacional y a medida que se acercaron los tiempos lo hizo secretario de Hacienda para después hacerlo el candidato presidencial a José López Portillo quien había sido su amigo desde la época de estudiantes y viajado juntos por Sudamérica.
En esa juventud sólo se encuentra su paisano Adán Augusto López, una relación que se remonta a varias décadas atrás. Lo hizo gobernador de Tabasco y cuando se fueron acercando los tiempos del cambio lo designó en el principal cargo del gabinete presidencial, puesto que fuera el trampolín preferido desde la secretaría de Gobernación.
Las señales son muy claras como lo afirma el jefe de la Nación quienes han sido sus relevos y nadie se puede equivocar. Son políticos de gran experiencia quienes han pasado las pruebas con buenas calificaciones de lealtad y compromiso para continuar el nuevo proyecto de nación.
Si esto ocurre a nivel federal en las nueve gubernaturas que estarán en juego con la campaña presidencial podrían ocurrir varias sorpresas. Es el que va a gobernar durante un sexenio y necesita tener personas de su total confianza en los estados.
Los últimos videos se refieren al caso del presidente de Brasil Lula da Silva quien dejó a su cargo del gobierno a la primera mujer que llega a la presidencia de esa nación sudamericana Dilma Rousseff, quien con el paso de los años fuera destituida por el Senado de ese país acusada de maquillar cuentas fiscales y firmar decretos económicos sin autorización del congreso y de paso decretaron un proceso judicial en contra del expresidente Lula que lo mantuvieron un buen tiempo en prisión.
Una historia que pudiera tener ciertas similitudes de los gobiernos del continente de la izquierda progresista. Situaciones políticas que son tomadas en cuenta y que no se pueden correr el riesgo de repetir.