Veracruz | 2022-12-03
Tal parece que no aprendemos. Por eso, la historia vuelve a repetirse.
Por cuestiones meramente populistas y temas de tipo político-electoral, los salarios mínimos subirán por decreto el 20% a partir de enero próximo, lo cual resulta una mera ocurrencia; porque sin contar con un estudio previo que mida el impacto que tendrán estos en los precios y en consecuencia en la inflación, se decretan aumentos que no todos podrán pagar. Hay que recalcar que la inflación termina afectando siempre a quienes menos tienen.
Entiendo que es justo y necesario que los salarios mejoren. Acerca de esto no tengo duda alguna. Pero para que esto se logre sin afectar la economía del país, es necesario mejorar de manera simultánea la productividad y eso no está sucediendo en México.
Pasará por esa razón lo mismo de siempre. Todo subirá de precio a partir de enero. Quienes están en la economía informal, quienes no tienen empleo y quienes no tengan un patrón que les pague el incremento ordenado desde arriba, son los que sufrirán más.
Es cierto, somos de los países donde se trabaja más, pero también donde se rinde menos. Esto, por falta de capacitación, de tecnología, de motivación y hasta por conformismo.
También por una cultura que ha permeado en ciertos sectores de la población, donde se considera al trabajo como un castigo. Por eso algunos hacen como que trabajan y cobran su salario puntualmente, aunque ni siquiera desquiten lo que se les paga.
Esto se observa principalmente en donde hasta para hacer algo sencillo mandan a una cuadrilla de varios trabajadores. Laboran realmente 2 o 3 y los demás solo ven.….y cobran.
Otro grave error que se comete, consiste en que algunas personas por su escasa preparación consideran un gran beneficio esta clase de incrementos al salario mínimo, cuando resulta que efectivamente recibirán más dinero, pero éste les alcanzará cada vez menos para adquirir lo indispensable para vivir con dignidad, porque los precios siempre corren más aprisa que los salarios.
El año pasado el salario mínimo subió el 22%. Los precios de los artículos que se consumen en los hogares, subieron más de ese porcentaje. Conclusión quedamos peor que antes del aumento.
Ahora pasará lo mismo con el nuevo incremento. Ya veremos cómo se ponen los precios el año entrante con esta forma tan irresponsable de manejar la economía.
Nos está pasando lo mismo que en la época de López Portillo. Incrementos desmedidos de salarios, inflación galopante y a lo último devaluación del peso. De no cambiar el rumbo, para allá vamos volando.
Hay otro tema relevante: No todas las empresas pueden pagar aumentos salariales de esa magnitud sin repercutirlo en los precios. Pero si sus ventas bajan porque la economía del país no marcha bien, tendrán que recortar personal o simplemente cerrar. Nadie va a estar trabajando, emprendiendo y arriesgando para salir poniendo.
Como lo dije al principio, tal parece que no aprendemos las lecciones de la historia y por eso, precisamente por eso, volvemos tropezar con la misma piedra.
No les parece a Ustedes?
Muchas gracias y buen fin de semana.